jueves, 24 de diciembre de 2009

Reflexiones de un Inadaptado Social - Milagro Navideño

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"Es Navidad, Neo. Tiempo de milagros."
[La Jungla de Cristal - Interpretada por Bruce Willis]

"{Maestro Jedi Yoda}: Extraordinarios los niños son. El universo con asombro ellos ven. Preguntarte qué una cosa es y qué podría ser, ver como un niño debes."
[Star Wars - Especial Mace Windu]



Hoy he visto un milagro. Ni más ni menos. Así, como se lo digo. Toma ya.

Verán, me he enterado esta mañana (esto no se lo suele creer nadie; creo que por eso mismo lo cuento) de que hoy era un día de esos de algo de lo que se celebra en la Navidad. O mañana, o algo de eso. Que estaba cerca, vamos. Y como estábamos a Jueves, mañana Viernes era festivo, y después venía un fin de semana acabado por un Lunes día de los inocentes que en algunos sitios también es festivo, pues teníamos a todo Dios (nunca más apropiada la expresión) comprando como desquiciados a todo ritmo en el supermercado. Comida, claro. Aunque me da que también en cualquier otro templo del consumismo andarán a las mismas.
¿Les he comentado ya lo notorio que me parece que nadie sonría en los supermercados? Oh, bueno, no me hagan mucho caso, en realidad ya nadie sonríe en ningún sitio. El caso es que allí andaba todo el mundo, perdón, todo Dios, apiñado en plan melé del rugby ese por los pasillos, y atiborrando carros y cestas (en qué me he visto para conseguir una) de los que ofrece el establecimiento para uso y relleno de sus clientes. Y en las cajas donde se paga, pues también causando otros colapsos, claro.

Compradores presurosos y agobiados, empleados no tan presurosos pero sí más agobiados, solo, como ellos, entre la muchedumbre, apareció, como quien dice, un rayo de luz.
Alguien sonriente, divertido, maravillado de ver tanta gente, tanta cosa en las estanterías, tantas luces, incluso agradecido de la lluvia que caía fuera. Alguien a quien el mundo sin duda le parecía, al menos en ese momento, un lugar maravilloso. Alguien para quien era gozoso existir.
Esto es: un niñito.
Pequeñín, con su abrigo, andando todavía con poca práctica, pero enseñando a la gente que le rodea todo lo que han olvidado. Iluminándonos.

Le digo a la cajera:

- Estoy viendo a la única persona feliz del supermercado.
- ¿Cómo dice? - responde ella.
- Que digo que sí, que tengo coche el parking. - respondo yo. Mejor dejarlo estar.



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miércoles, 23 de diciembre de 2009

Enseñanzas de los Juegos de Rol - El Individualismo en los Tiempos Modernos

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La madre de un amigo me contó antaño de su situación vivida al enviudar de su marido. Básicamente, y por no aburrirles, se resumía la cosa en que, cuando empezó a ver en el barrio trato (ya saben, antaño en algunos barrios los vecinos se trataban; mal o bien, pero se trataban; ahora más bien hacemos como los monos de Vervet que, sometidos a condiciones de hacinamiento, se dedican con gran interés a estudiar el suelo en el que están sentados o el cielo sobre sus cabezas) basado en "Ay, pobrecilla, qué lástima, tan joven y ya viuda, mira qué pena", ella comenzó a responder algo parecido a "¿Lástima de mí? Para nada". Argumentaba ella que consideraba esos términos con que la trataban una forma de declararla inferior; digamos que la ponían por debajo de ellos a causa de su desdicha. Supongo que ello ayudó a que fuera teniendo cada vez menos relación con la gente del barrio.

 Quisiera yo relacionar este hecho con otro, permitan que les relate. El otro día estuve jugando al rol con mis amigos. Ya saben (o tal vez no), que si espadas por aquí, que si conjuros de magia por allá, que si batallitas por acá, y todo eso.
Esta vez la partida había degenerado, al rol le ocurre a veces, hasta el punto de que los jugadores, más que vivir aventuras, descubrir tesoros, enfrentarse a demonios y toda esa morralla, se habían puesto... a robar caballos en los poblados por los que paraban. Y luego a salir corriendo, claro. Y ocurrió en uno de los capítulos de tan épicas aventuras que unos jovenzuelos mozos cuidadores de la cuadra, apenas unos adolescentes, no bien vieron entrar a varios guerreros (los épicos jugadores de marras y apandadores de vocación) en el redil, y percatarse de que se dirigían hacia ellos sacando espadas y ballestas, optaron por la técnica de combate "perro veloz", esto es, salir en plan pies para qué os quiero, huyendo del establo y probable futuro matadero aprovechando que la puerta de atrás no les quedaba muy lejos. Chillando, berreando y pidiendo socorro, por aquello del pánico de la situación.
Hasta aquí todo normal, como verán. Después de todo, a poco que tuviera carretera, la estampida despendolada es el método que yo usaría, y sin duda usted, amable lector, en no pocas situaciones como estas.
Verán ustedes, no me quiero meter otra vez en fregados de explicaciones sobre cómo funcionan los juegos de rol, pero debo recordarles que el comportamiento de personajes como eso mozos de cuadra lo decide uno de los que está allí con nosotros en la partida. Detallo esto porque ocurrió que a los aguerridos jugadores, héroes futuribles y cuatreros de poca monta a tiempo parcial, no les convenía en aquel momento otra cosa salvo que los cuidadores del establo se estuvieran quietecitos, calladitos, y se dejaran matar sin alertar a nadie del pueblo. De modo que, dicho y hecho, como las cosas se ven de otro modo según de qué lado está uno, los jugadores empezaron a argumentar que era absurdo que alguien atacado, agredido o amenazado corriera, gritara o huyera. Que si en los atracos la gente no corre, que si correr es peligrosísimo porque le disparan a uno, y hasta alguno de los allí presentes puso un ejemplo, miren ustedes qué cosa, de cómo él no corrió cuando le atracaron un día en la calle.
Una bobada tal argumentación, desde luego. Habrá quien corra, quien no corra, quien se enfrente a los malhechores y quien se desmaye en el sitio, dependiendo de múltiples factores.
Pero es cierto detalle el que desearía yo que analizáramos en esta ocasión: la aventura se jugaba en un poblado pequeño, rústico, de ambientación y desarrollo tecnológico estilo medieval, sin las peculiaridades de la vida moderna en las atiborradas ciudades del mundo industrial actual, y, por tanto, donde era más de esperar la existencia de personas llanas y sencillas por habitantes. Opino que, ambientando el juego en una sociedad así, fue plenamente acertada la decisión de quien animaba a los mozos de cuadra: gentes de tal ambiente pedirían ayuda a su entorno social inmediato, se sentirían menos humillados por mostrar debilidad o miedo, y hasta quizá más de uno se arriesgaría a llevarse un disparo de ballesta por sus gritos con tal de advertir a sus paisanos del peligro.

Justo al contrario que la madre de mi amigo. Y justo al contrario, también, de lo que haría yo, que ahora que lo pienso creo que me parto un brazo en la calle y lo mismo hasta escondo los gestos de dolor por tal de que no se enteren los demás.

Hasta la tribu hemos, ya, perdido, con este individualismo y competitividad propio de los tiempos modernos.



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lunes, 21 de diciembre de 2009

Los Perros de los Okupas

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"Más conozco a los hombres, más quiero a mi perro."
[Diógenes - Filósofo Griego]



El otro día, caminando por la calle, me fijé discretamente en un grupo de okupas. Los okupas son gente que me llama bastante la atención. Mucho más que los pululantes espectros de alma muerta (léase personas comunes) que me cruzo por la calle. Y no ya por su atuendo, eso no es más que un estilo diferente; en la edad media el raro hubiera sido yo por llevar el pelo corto, o ir sin pinturas ni adornos o colgantes varios. No, más bien se debe a su actitud.
Verán ustedes, mi grupo de okupas de marras estaba departiendo alborozada pero discretamente con otro grupo de, sospecho, amigos recién llegados que venían de visita. Cada grupo tenía, cosa común en los okupas, algún que otro perro con ellos, los cuales, en el habitual reflejo del estado de ánimo de sus dueños, manifestaban asimismo su alborozo, que también ellos tienen derecho. Y en estas que pasó junto al grupo (la acera no era muy ancha, la verdad) un corredor deportista (practicante de jogging, que creo que se les llama) contra el que se lanzaron los perros con sus ladridos y gruñidos de rigor. Y ello les acarreó, he aquí mi sorpresa, una firme y clara reprimenda por parte de sus dueños; incluso hubo algún que otro azote. Y tengo que admitir que, harto de ver a pasotas dueños de cánidos que permiten que su chucho te intimide, ello me alegró bastante.

 ¿Se han fijado ustedes lo tranquilos que suelen ser los perros de los okupas? Yo que soy habitual sufridor del trato con perros sí lo analizo a menudo. Porque, fuera de este incidente que les acabo de relatar, sus perros normalmente ni ladran, ni atacan, ni se lanzan en plan carga de caballería contra cualquier viandante. Más parecen vivir su vida junto a sus dueños sin estorbar a nadie.

Ahora piensen en los perros de eso que eufemísticamente llamaríamos la «gente normal»: alerta en cuanto alguien se acerca, nerviosos, tensos, prestos a orquestar ladridos a mansalva, cual si quisieran desahogar su ira. Tienen, en una palabra, miedo. Así que recelan de casi todos los seres humanos que no son su dueño.

¿Será que los perros reflejan la personalidad de sus propietarios? Más de un entendido en canes dice que sí.



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sábado, 19 de diciembre de 2009

Artículos Recomendados - Contra la Falsaria Gripe A

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Como tengo una buena retahíla de desinformados a mi alcance que no se acaban de enterar del timo de la estampita que supone la trola de la Gripe A, voy a probar el plan B. Esto es, darles un artículo para que lo lean, a ver si así, al ser escrito por un señor científico que, dicho sea de paso, viste al parecer con pajarita y todo, les parece más creíble que esos mismos argumentos pero dichos por un pelagatos como yo:

La necesaria coherencia frente a la vacunación contra la gripe A - Dr. Juan Gervás




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viernes, 18 de diciembre de 2009

Preguntas para Pensar

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Dijo Isaac Asimov en su libro "La Receta del Tiranosaurio" al respecto de los maravillosos avances científicos, y en una época en la que todas las predicciones de futuro eran fantásticas y sedantes:

"El siglo XXI será tan diferente del XX como éste del XIII."

Añado yo, al ritmo que la Sociedad Humana, ahora se ve claro, vamos en la locomotora sin frenos y directos a la pared:

"Estoy de acuerdo. Pero ¿será el siglo XXI muy diferente del XIII?"



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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Artículos Recomendados - Sobre la Monarquía

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"No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a decirlo."
[Voltaire - Filósofo y Físico]



En una cosa al menos tiene razón el alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso: la inmensa mayoría de españoles que defienden la monarquía en España no tienen más argumento (por mucho que lo disfracen con otras palabras) que el de que les cae simpático el rey. Algunos más informados dirán que salvó la democracia española cuando "lo del golpe de estado del 23 de Febrero del año 1981". Y pare usted de contar. Es decir, que tenemos aquí los íberos argumentos tan sesudos como en las elecciones, vamos.

Es por eso que deseo, amables lectores, hacerles llegar este artículo (un tanto antiguo, pero que seguramente no hayan leído, claro, para eso están las cortinas de acero de FalsiMedia) del Coronel Amadeo Martínez Inglés mostrando (y, sobre todo, argumentando) otros puntos de vista:

Las responsabilidades de un rey irresponsable - Amadeo Martínez Inglés

 Y, de paso ¿por qué no? deseo avisar de esta iniciativa, algo que usted tampoco verá en la tele.


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lunes, 14 de diciembre de 2009

Anda que Como sea Verdad y Mentira

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Hoy me ha dado el volunto de escribir las dos formas posibles de una clásica historia antigua. No acabo de ver qué enseñanza pudieran sacar mis amables lectores de su lectura, la verdad, pero me da que sí que hay alguna. Si acaso que alguno de ellos sea tan amable y me la explique. Por mi parte intuyo que pretendo en realidad tocarle las narices a alguien. Como casi siempre.

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La Historia del Monje y el Caballero

Caminaban un caballero y un monje por el sendero,
el primero con su brillante armadura y su noble corcel,
el segundo a pie, en sandalias humildes como su hábito.

- Dime, frugal monje que me acompañas - dijo el caballero -
Caminas cansadamente sin montura,
comes de lo que dan los árboles del sendero,
no disfrutas el vino de todo buen comer,
duermes sobre la hierba cuando la hay,
repartes cuanto tienes entre otros más desdichados que tú,
no yaces con mujeres
ni te enfurecen de otros sus burlas o intentos de ofenderte.
Y todo esto por lo que otros dijeron que tu dios nos ordena hacer.
Yo me pregunto: ¿qué ocurre si, al final, todo ello resulta ser mentira?
- Noble Señor - respondiole el monje -, no puedo negar
que vuestras insinuaciones tienen mucho sentido.
Pero decidme, alto y poderoso jinete,
¿qué ocurre si, al final, todo ello es verdad?


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La Historia del Caballero y el Monje

Caminaban un caballero y un monje por el sendero,
el primero con su brillante armadura y su noble corcel,
el segundo a pie, en sandalias humildes como su hábito.

- Decidme, ostentoso señor, jinete del noble alazán - dijo el monje -
El esfuerzo de caminar no hacéis, llevado por vuestro equino,
elegís vuestros alimentos entre los más sabrosos y abundantes,
vinos, cervezas y brandys os acompañan a donde vais,
y en opulentas posadas os alojáis allá donde hacéis noche.
Riquezas tenéis, y más anheláis,
toda mujer de vida fácil os conoce en la región,
y fácilmente os ofendéis y en fiero duelo batalláis.
Todo ello contra las ordenanzas de comedimiento de nuestro dios,
en el que, admitirlo debéis, de poco a nada creéis.
Yo me pregunto: ¿qué ocurre si, al final, su existencia era la más completa verdad?
- Piadoso monje - respondióle el caballero - no puedo negar
que vuestros intentos de salvar mi alma son honrosos,
y acertadas vuestras conclusiones pudieran ser.
Pero decidme, santo feligrés,
¿qué ocurre si, al final, la existencia de vuestro dios no era la verdad?


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domingo, 13 de diciembre de 2009

Actuando Tajantemente contra el Cáncer de Pulmón

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Mi vecino fuma talmente como un carretero de esos. Vamos, nunca he visto a un carretero fumar. De hecho no recuerdo ahora mismo cuándo fue la última vez que vi a un carretero. Pero se dice que fuman mucho. Y este, para colmo, cada vez fuma más. Que lo he ido viendo yo con el paso de los años, que hace unos años era sólo el de después de comer, hace menos lo veía fumar de vez en cuando, y ahora va siempre con el cigarro en la mano.
Pero dice que eso se ha acabado, y va a actuar de inmediato. Que va a hacer cambios radicales en su vida, porque no quiere morirse por esa estupidez del tabaco, que no es más que un vicio bobo. Que el tema es muy serio y la salud es lo primero. Así que va a reducir lo que fuma en un 17%. Gradualmente, claro, de aquí al 2020, que de golpe no se hacen estas cosas, que el síndrome de abstinencia es algo molesto. Bueno, y un 17% respecto a lo que fumaba en 2005, que es cuando empezó a pensarse lo de dejar el tabaco y ya tiene los cálculos hechos.

 Si yo fuera tonto de capirote llamaría a esto "Actuar ya contra el tabaco". Y a mi vecino "Persona que cuida su salud".



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miércoles, 9 de diciembre de 2009

Purificación

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"¿Al final sera cuestion de dormir con una escopeta cargada debajo de la almohada? Pues vaya despilfarro de millones de años de evolucion, para acabar de esa manera. ¿Es nuestra naturaleza? ¿Es inevitable? Porque a mi me parece que no. Ni es inevitable, ni tenemos sólo eso dentro, en nuestra naturaleza. Tambien tenemos dentro la capacidad de vivir en paz, ademas de tanto egoismo suicida y engañoso."
[Internete - Libertario Internauta - Foros de Crisis Energética]




Mi buen amigo Gumersindo Amador, cuando hablamos de lo mal que está el mundo, acostumbra a perder la paciencia pronto (en realidad Gumersindo pierde la paciencia pronto haciendo casi cualquier cosa, lo que motiva que a menudo no acabe lo que empieza). Así que, como a él eso de la indagación metódica, paciente y constante no le va, se me escapa con alguna broma frívola que rompa el debate y la conversación:

- Pues mira, yo creo que lo mejor para eso es una buena guerra nuclear, se reduce la población mundial, y ale, fin del problema. - no por repetida esta salida suya le hace menos gracia, hago notar.

A mí me divierte una broma tanto como al que más. Pero me pregunto si, por aquello de que Gumersindo es demasiado a menudo el exponente del acomodaticio y simplista (o sea, televidente) sujeto promedio, no será esta broma suya algo muy extendido entre la población. Y, ya que andamos de bromas, lo mismo en el subconsciente tenemos las personas como algo no demasiado insensato que se haga realidad tan expeditivo método de purga de problemas.

 Se acuerda uno de estas cosas cuando se entera de que esas bestias infrahumanas en que se han convertido los estadounidenses pudieran llevar fácilmente no menos de 80.000 personas secuestradas (detenidas, dicen ellos, sólo que, pequeño detalle, no hay cargos ni pruebas ni tal) para torturarlas y ver en qué porcentaje de la población se puede inducir mediante torturas las convicciones que a ellos les interesen (Por ejemplo, un "Yo soy un terrorista y atenté contra las torres gemelas, contra el pentágono, contra turistas y contra un vendedor de altramuces que pasaba por allí"). Ale, qué bien. De las personas como ganado. O como conejillos de indias.

 Y, como ya a estas alturas uno, cuando de barbaridades de los que mandan (de los que mandan de verdad, no de los presidentes de gobierno) se lo cree todo, se acuerda todavía más del chistecillo de la guerra nuclear leyendo otras noticias (oh, bueno, esta es en vídeo, con lo que me figuro que así al menos la verán más de mis lectores). Ole y ole. Más de las personas como ganado. O como estorbo, en este caso. Que al planeta se le están acabando los recursos y conviene que seamos menos a repartir.

Pero no vamos a hacer mucho al respecto, ¿verdad? Ni siquiera difundirlo. Estamos demasiado ocupados haciendo... nada (o sea, ver la tele).



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domingo, 6 de diciembre de 2009

Las Dos Españas

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"No es que Israel no quiera paz: todos quieren paz, incluso Hitler. La cuestión es: ¿bajo qué condiciones?"
[Noam Chomsky - Libertario]

"- No le escucharán ¿Sabe por qué? Porque tienen ciertas ideas fijas sobre el pasado. Cualquier cambio sería considerado como una blasfemia aunque fuese cierto... No quieren la verdad. Quieren sus tradiciones."
[El Sol Desnudo - Isaac Asimov]

"- He convencido a toda la gente razonable. El resto, la mayoría, no están dispuestos a renunciar a su aversión emocional."
[El Hombre Bicentenario - Isaac Asimov]


El otro día estoy con mi buen amigo Gumersindo Amador hablando de política. En realidad soy de los que piensa que, en resumidas cuentas, todas las discusiones son discusiones políticas, pero eso es otra historia. Como ya sabrán ustedes, en este simulacro de democracia que tenemos en España hay en realidad tan sólo dos partidos políticos (de ahí que la cosa se llame bipartidismo), básicamente para que así los verdaderos poderosos del país tengan menos títeres que manejar. Y Gumersindo es uno más de los que cae en la trampa montada por el circo mediático destinado a convencernos de que ambos partidos no son, en realidad, el mismo.
Así que él opta por el Partido A. Y, por tanto, despotrica de los del Partido B. Es lo más fácil.

- Para mí está claro que quien sea del Partido B es un malnacido hijo de perra. - me dice vehementemente, como si, pese a sus duras palabras, soltara una tremenda obviedad.

¿Alguna vez les he dicho que Gumersindo me hace sentirme a veces cansado, muy cansado?

Precisamente me acordé de esta conversación el otro día, leyendo la «Historia de Aquí» de Antonio Fraguas Forges. Se trata de un resumen de la historia de España contada mediante la unión de textos y viñetas cómicas del propio autor. El otro día, en la parte correspondiente a la Primera República que hubo en la Península Ibérica, allá por el 1880 más o menos, leo:

"Adios Asamblea y adiós Primera República. Desapareció por el encono, el enfrentamiento y la intolerancia de las ya definidas Dos Españas; fue un sueño de libertad que nuestros tatarabuelos vieron convertirse en pesadilla."

El concepto de las «Dos Españas» viene de lejos aquí por este país, y hace referencia a los dos grandes grupos en los que los españoles solían dividirse en cuanto a su forma de pensar cómo debe organizarse una sociedad. Se cuenta que las Dos Españas siempre estuvieron divididas, incomunicadas (e incomunicables), irreconciliables y, sobre todo, odiándose. Cada una culpaba a la otra de todos los males del país. Cada una creía ser reflexiva, tolerante y que la otra estaba compuesta básicamente por hordas de insensatos rabiosos. Cada una creía no buscar la confrontación pero estar continuamente siendo atacada por la otra. Y ninguna escuchaba a la otra, ¿para qué hacerlo?
Tales condiciones, claro, eran terreno abonado para los enfrentamientos. Y no les resultaba a los poderosos muy difícil atizar las brasas para que el pueblo se zurrara cuando les convenía; por ejemplo si había que distraernos cuando algún inoportuno hablaba de los lujos que disfrutaban unos pocos mientras casi todos los demás se morían de hambre.

Cuando oigo hablar a gente como Gumersindo pienso que cualquier intento de cambiar el mundo fracasará. O al menos de hacer cambios racionales en este país. Porque parece que sí que siguen existiendo las Dos Españas, enfrentadas e irreconciliables, enconadas y no dispuestas a ceder en nada. Y lo primero que necesitamos para poner de acuerdo a personas que piensan diferente es respeto mutuo, algo que en España, el país del «Si no piensa igual que yo es que es tonto de remate», resulta por ahora extremadamente difícil.

Aún no hemos, en España al menos, entendido algo tan básico como estas palabras del periodista Javier Ortiz:

"Un demócrata no puede afirmar [...] que nunca admitirá propuestas políticas que dividan a la población. Y menos aún que rechace que una parte de la ciudadanía decida qué debe hacer el conjunto. Ambas cosas están en el ser mismo de la democracia. Los demócratas consideramos que la existencia de líneas políticas divergentes es un excelente signo de vitalidad de la sociedad. Y somos partidarios de que la ciudadanía vote, y de que se obre conforme a lo que decida la mayoría. Básicamente porque, si tuviéramos que esperar a ponernos todos -o la inmensísima mayoría- de acuerdo en cada cosa importante, nunca haríamos nada. Y porque, si rechazáramos obrar conforme al criterio de la mayoría, estaríamos propugnando la dictadura de la minoría."

¿Qué puede pasar cuando algunos definen de «malnacidos hijos de perra» a quienes votan otra cosa? Pues depende de si son «algunos» o «muchos». Allá por los años 30 creo que fueron «muchos». Por eso pasó lo que pasó.


Si de verdad queremos que la raza humana sobreviva tenemos que cambiar muchas cosas, empezando por nosotros mismos.


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viernes, 4 de diciembre de 2009

Viviendo al Día

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"Para los enanos que cruzaban periódicamente La Comarca, así como para los disciplinados Montaraces, educados siguiendo las más estrictas tradiciones, La Comarca no parecía estar, por toda su ordinaria cotidianeidad, mejor organizada o gobernada que un jardín de infancia. Sin embargo, los viajeros más sabios podían discernir en La Comarca una semejanza con un reino pacífico e idílico, el tipo de reino que había sido soñado por numerosos pueblos y alcanzado por muy pocos. Los hobbits de La Comarca viajaban por su pequeño país sin ningún tipo de armas o miedo. Dentro de sus límites no se elevaba ningún gran castillo ni edificio, pero hasta los más inferiores sirvientes hobbits y ayudantes de campo tenían asegurado el refugio durante las tormentas de invierno, así como la ayuda por parte de los demás hobbits si dicho refugio les fallaba."
[Wesley Frank - La Comarca (basado en la novela «El Señor de los Anillos»)]




El otro día mi buen amigo Gumersindo Amador y yo estuvimos con un amigo nuestro que anda el hombre, como suele decirse, económicamente con el agua al cuello. Que si hipoteca, que si averías del automóvil, que si el escaso dinero que gana con su trabajo le llega para comer por los pelos, etc. Ya saben, mucha gente está así ya en España, pero la cosa no tiene visos de arreglarse, más que nada porque difícilmente vamos a arreglar nada si los que tenemos que arreglarlo, que somos las personas de abajo (es decir, los vampirizados por los de arriba) no queremos hablar del tema. De hecho no queremos hablar de ningún tema, pero esa es otra historia.

- Pobrecillo, está más tieso que la mojama. - le digo yo a Gumersindo cuando nos vamos.
- Pues sí. Vive al día. Tiene algún percance, y se cae con todo el equipo. - me responde él, refiriéndose a su economía, claro.

Posteriormente estuve pensando en el tema. Muchos hijos viven también «al día» en una situación parecida: tienen una trifulca gorda con la familia, lo que es, por desgracia, cada vez más frecuente, y les toca poco menos que irse a vivir debajo de un puente, incluso aunque tengan trabajo o hasta algunos ahorros bancarios. También muchos cónyuges están en situación parecida. Hoy pueden estar más o menos a flote, y mañana el agua les cubre hasta la coronilla. De los parados ya ni hablamos.
Ocurre lo mismo con muchos trabajadores, en realidad: pierden el trabajo, lo que cada vez es más fácil que ocurra de modo fulminante, y se quedan sin posibilidad de pagar las hipotecas múltiples que carguen.
Aún mucha gente con un trabajo medianamente estable está igualmente viviendo al día: tienen tantas deudas, que un percance no muy grande, como un golpe en su automóvil (que tienen que tener no por lujo sino por obligación de facto para su día a día) que su seguro se niegue a pagar, les supone la bancarrota.
Incluso, ya yéndonos a grupos sociales que están en situación un poco más desahogada (hipotecas pagadas, fuentes de ingresos aceptables para pagar los gastos de la vida), también estas personas pueden tener sin muchas complicaciones un percance que les hunda, económicamente hablando, la existencia, como una enfermedad que requiera un costoso tratamiento o un incendio en la vivienda; no todos estos casos quedarían cubiertos por seguros varios contratados a tal respecto.

A donde quiero llegar, si es que quiero llegar a alguna parte, que a veces lo dudo, es a que, en un estado en el que las políticas se van alejando cada vez más de lo social, esto es, de que la sociedad cuide de los suyos, y en el que, en lugar de ello, lo que impera cada vez más es el «búscate la vida», podríamos decir que casi todos estamos, en realidad, viviendo «al día».
Sin cohesión social, frente a la adversidad no seremos como la red de una portería de fútbol, que para el balón por muy fuerte que venga al distribuír el impacto entre casi todos sus nodos. Seremos más bien como los bolos de la bolera, cayendo por separado con facilidad.



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miércoles, 2 de diciembre de 2009

Presuntos Profesores

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El otro día, viendo una película algo antigua llamada "El Vuelo del Fénix", me llamó la atención una escena en la que un personaje está pintándole el nombre "Fénix" a un avión (de ahí el nombre de la peli), y otro de los personajes le inquiere por el significado de esa palabra. Cito de memoria:

- El Fénix era un ave mitológica en la cultura de la época de los egipcios, hace más de seis mil años, con la peculiar capacidad de que, tras su muerte... - empezaba a decir el consultado.
- Eh, oiga, no me hable como si fuera idiota. - le corta el inquiriente de manera hosca.

La escena me recordó, aunque sin razón aparente (ya saben, esta cabeza mía, que me lleva por derroteros extraños a veces), cierto hecho histórico, más concretamente de la historia de la música, que aconteció cuando el genial compositor Wolfgang Amadeus Mozart (cuyo nombre completo era aún más largo) presentó su ópera "El rapto en el serrallo" ante el Emperador José II. El emperador era un hombre sin profundos conocimientos de música, que más bien se interesaba en el tema por el aquel de que estaba de moda entre la nobleza. O sea, que era como la mayoría de gente a día de hoy con el fútbol: saben algo porque todo el mundo habla del tema, así que ellos no van a ser menos.
Y parece ser que el emperador, pese a estar satisfecho con la obra de Mozart, dijo algo así como que "pero tiene demasiadas notas". Ya ven, algo así como si un crítico literario dice que una novela es buena pero tiene demasiadas letras. Mozart, los genios a menudo tienen esa actitud excéntrica, le respondió con un "¿Y cuántas notas exáctamente considera su majestad que serían adecuadas?".

La sarcástica y reductora al absurdo respuesta de Mozart fue, para mi gusto, fantástica: si el zote este se pronuncia sobre mi música con semejante comentario de un tipo que ni siquiera un maestro haría de un aprendiz, yo pongo en evidencia su burrez haciendo algo tan simple como proseguir su razonamiento.

Les he aburrido con estas dos historias porque el otro día mi buen amigo Gumersindo Amador, lector (más por buen amigo que por otra cosa) esporádico de esta mi página web, me dijo:

- Creo que en tus artículos esos abusas de las citas. No paras de poner citas de tal o cual persona. Pareces un profesor obsesionado por las citas. Yo ya ni las leo. ¿No ves que yo quiero leerte a tí, no a Calígula, o a Sócrates, o a no sé quién?

Lástima, porque las citas son un fantástico condensado de sabiduría, a menudo más fácil de recordar que otras explicaciones más largas. Poco respeto y flaco favor a la Literatura, la Filosofía y hasta la Historia (qué curioso, las tres ramas que más hacen pensar, razonar, elucubrar y concluír por sí mismas a las personas) hace quien así piensa.
Pero tranquilos, que aquí acudo yo en defensa de mi viejo amigo, que otra cosa no, pero buen amigo sí que es: lo que, aunque él no lo sepa, le ocurre en realidad a Gumersindo no es (al menos en este caso) que desprecie algunas ramas del saber. Le pasan sencillamente dos cosas: la primera que a su faceta cazurra le molesta el aire docto, sábio, épico o lo que proceda que dan las citas a mis textos. Que diga yo lo que quiera, sí, pero sin florituras. Justo como en la película al principio de este texto citada. Quizá le satisfaga más que escriba mis artículos en ese espurio lenguaje que usa alguna gente para mandar mensajes vía teléfono móvil, o algo así.
Lo segundo que le ocurre es su devoción por el deporte nacional español: hablar sin saber. Si hay que hacerlo, pues se hace, así que, como a él al leer mis textos le viene el pálpito (convicción moral, lo llamaría Mariano Rajoy) de que ahí hay mucho barroquismo, pues va y suelta lo del exceso de citas. Más o menos como en el ejemplo del emperador y Mozart. Por lo menos no me ha dicho que pongo "demasiadas letras".

Gumersindo pisotea la faceta artística de mi actividad redactora. Es, podría decirse, lógico, está acostumbrado: en España se pisotea a menudo la faceta artística que por fuerza han de tener muchas, por no decir todas, de las actividades que las personas hacemos en esta vida.


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lunes, 30 de noviembre de 2009

No Departiendo

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"- ¿No deberíamos tratar de comunicarnos más?
- No. Eso sólo empeoraría las cosas."
[Tira cómica de Dilbert - Scott Adams]



En cierta ocasión mi buen amigo Gumersindo Amador encontró un trabajo medio aceptable. O él lo definía así. Más que nada porque sólo tenía verdadera carga laboral unos pocos días al mes, y el resto del tiempo se lo pasaba en una oficina con otro empleado, casi sin dar ni golpe.

- Entonces ¿coméis pipas y estáis allí de cháchara? - le pregunté yo. Gumersindo casi siempre ha de estar comiendo algo. O, en su defecto, bebiendo algún agua carbonatada y azucarada con saborizantes y acidulantes, ya saben, el desayuno de los campeones.
- No exáctamente. Comemos pipas y no hablamos. - me dijo él.
- Contra, pues pareceréis los trabajadores alienados esos del corto de Salvador Dalí.

Me pareció una triste existencia. Me imaginaba yo a mi viejo amigo sentado durante horas al día en actitud ociosa y silenciosa, cuasi ignorando a quienes están a su alrededor, y con la mirada perdida. Me sonaba tan triste como ponerse a ver la tele.

Pero después medité acerca del tema. Y se me ocurrió que, cuando estoy con algún amigo:

- No le pregunto por sus estudios, no vayan a irle mal, y quede la sensación de que lo estoy obligando a definirse como un perdedor.
- No le pregunto por sus oposiciones por si aún no ha conseguido plaza.
- No le pregunto por su/s pareja/s no vaya a parecer que estoy olisqueando en su intimidad para airearla luego.
- No le pregunto por el trabajo por si no tiene.
- No le pregunto por la familia, porque es que parecería una conversación de ascensor.
- No le hablo del tiempo porque eso ya no es ni de ascensor.
- No le hablo de la enésima bestialidad que ha hecho el Gobierno USA contra el resto del mundo, porque el tema se la refanfinfla.
- No le enseño algún nuevo juguetito tecnológico que me he comprado, ni el último programa que le he instalado al mismo, ni tan siquiera lo último que he aprendido a hacer, para que no piense que estoy presumiendo.
-Voy a tener que acabar preguntándole si vio «el partido».

Cuando estoy con otra persona menos allegada, ya ni les cuento.

Me parece que esto de la alienación alcanza a más de uno.


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viernes, 27 de noviembre de 2009

Obama el Nóvel

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Resulta que a Barack Obama van a darle el Premio Nobel de la paz. Ya lo intentaron con su inmediato antecesor, pero parece que sonaba demasiado escandaloso, así que la operación de propaganda para el Gobierno USA tuvo que esperar un poco. No mucho, lo justo para que apareciera en su presidencia del gobierno alguien que tuviera algo de cultura, educación, se prodigara en buenas palabras, e hiciera... nada. Porque nada es, básicamente, lo que ha hecho Barack Obama por reducir la política belicista de su país, por mucho que FalsiMedia trate de vendernos la moto.
Barack Obama, un casi desconocido hasta hace bien poco, no debiera recibir, tan pronto al menos, ningún premio nobel de nada, así sea el nobel de la paz o el de danza contemporánea. Porque, como siempre he defendido, se supone que un gran premio se otorga a una trayectoria vital, a una carrera, a una constancia que pudiera servirnos de ejemplo a las demás personas que no recibimos dicho premio, y ello implica una labor de décadas, cuanto menos.
Tuvimos un ejemplo similar en la concesión al piloto de carreras de coches Fernando Alonso del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, ese premio al que tanta pompa tratan de atribuír en nuestra prensa, y del que se chotean en más de una ocasión hasta los premiados simplemente no acudiendo a recogerlo (Carl Lewis creo que dijo que había perdido el avión, y Bob Dylan ni dijo ni apareció). ¿Se imaginan ustedes que a los pocos años de premiado el tal Fernando Alonso se echa a las drogas, y se pasa el resto de sus años de vida fumando marihuana en tristes portadas de prensa rosa? Vaya un ejemplo de vida deportiva que tendríamos en el flamante premiado. Pero, claro, el momento en el que la "alonsomanía" estaba de moda era ese, así que a hacerse las fotos de rigor, que la Corona Española también tiene que hacerse su publicidad.

Pero quiero creer que aquí hay algo más que una concesión besamanos a Washington. Deseo pensar que los académicos han querido, con este premio nóbel, ayudar a Barack Obama con algo de prestigio y animarlo a que se decida de una maldita vez a poner en marcha, contra las multinacionales que lo presionan desde dentro de su mismo país, tanto como prometió durante su campaña.
Quiero creer que este premio se ha otorgado con la intención de que el mundo entero ponga sus ojos, ahora más que nunca pues ahora más que nunca la raza humana está en verdadero peligro, en un hombre que podría, aunque nada ha hecho, iniciar un cambio.
Quiero creer que con el respaldo de un Premio Nobel en la mano, Obama se atreverá a enfrentarse a los que no quieren sanidad pública, ni reducción de las guerras de invasión Made in USA, ni Derechos Humanos en un país que permite por ley la tortura.

Quiero creer que al nóvel Obama le ayudará este inadecuado Premio Nobel.


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jueves, 26 de noviembre de 2009

Los Sicocondicionamientos

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"Salvo entre enamorados, la mirada siempre establece un régimen de desigualdad"
[Santiago Alba Rico - Filósofo Español]

"Recordad que el secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad está en el coraje."
[Tucídides - Historiador y militar ateniense (460 adC - 396 adC)]

Se requiere coraje: coraje para ser uno mismo, y coraje para meterse dentro de uno mismo. No conozco co­raje más grande que ese."
[Maestro Indio Osho - Místico Espiritual Hindú]

Me dice mi buen amigo Gumersindo Amador:


- Tienes que relacionarte más, socializar más. Hacer vida social. Estás siempre metido con tu trabajo y tus cosas, y pasas poco tiempo con otras personas.
- ¿Y qué? - respondo yo con más simpleza que Sancho Panza.

Soy una persona que procura alejarse cada vez con más frecuencia de la civilización. Y creo que una de mis razones para ello son lo que yo llamo sicocondicionamientos. Así que de ello va a tratar mi tabarra de hoy, mal que les pese, amables lectores.

Supongo que no nos lleva a ninguna parte decir que los sicocondicionamientos son condicionantes inducidos en el siquismo de la persona, mayormente a causa de experiencias vividas. Así que expliquémoslo de otra forma.
Los sicocondicionantes son actitudes implantadas que las personas llevamos encima, mayormente a causa del contacto con otras personas. En este caso, con personas de la desquiciada y poco sana sociedad de consumo. A veces son bloqueos, a veces miedos o dudas, a veces formas de pensar que no son, en realidad, nuestras. Y podría, en todos los casos, decirse que, al menos desde cierto punto de vista, son lavados de cerebro.
Pero veámoslo con ejemplos:
Primer ejemplo:

"¿Tú te crees, con la edad que tiene, y en bicicleta por las calles?"

El sujeto puede seguir yendo en bicicleta aún después de enterarse de este punto de vista que le profesan los demás. Pero ¿durante cuánto tiempo y de cuántas personas puede oír esto antes de ceder y que el punto de vista se le grabe en el siquismo? Un día empieza a ir andando o en coche. Se dice a sí mismo que es lo que quiere, que es mejor, más práctico, después de todo es lo que todo el mundo hace y la bici tiene muchos inconvenientes. Su punto de vista racional e individual de antaño sobre la conveniencia de ir en bici pese a lo que los demás digan, su, en definitiva, libre elección de antaño, deja de importar y hace lo que los demás le han condicionado para hacer.

Otro ejemplo: A menudo soy sonriente y amigable con la gente. Pero no sería la primera vez que, en un mundo en el que todos estamos temerosos de los demás, mi actitud jovial es malinterpretada y entendida de otras formas por gente acostumbrada a estar a la defensiva:

"Algo querrá este cuando me viene sonriendo, así tan de primeras."
"Pero qué payaso. Este tío seguro que está fingiendo esa actitud amistosa y humorística. Qué falsario."
"Este está drogado, o fumado, o se ha tomado copas. Nadie viene así de alegre con un desconocido. Puñeta, si lo que lleva todo el mundo hoy día es cara de palo. Mejor recelar."

Otras veces la reacción es más profunda: a algunos, simplemente, les da coraje que estés de buen humor; seguramente eres un niño de papá rico, o un especulador inmobiliario que no da ni golpe y está forrado de dinero, y, como no tienes que trabajar y duermes 12 horas al día, seguro que por eso eres capaz de sonreír. Pues mira, si a este le jodo yo un poco, tampoco estaría tan mal, que la vida está muy mal repartida, y luego los risueños estos no se llevan ningún tipo de castigo.

En este último caso te ocurren cosas malas. Por ejemplo, el vendedor de la tienda a la que has entrado te trata peor, con cara avinagrada, o te hace esperar, o te da mercancía de menos calidad, etc.
Un día, a fuerza de vivir estos hechos, descubres que la gente te va a tratar de causar disgustos con mucha frecuencia. De algún modo, quizá de manera no directamente consciente, intuyes que no es bueno que seas jovial y amistoso, por mucho que esa sea tu actitud innata. Así que, condicionado (síquicamente) por el entorno (por los demás) terminas teniendo una actitud hosca de preferencia.
Hay muchos más tipos de sicocondicionamientos. En el deporte veo a menudo a gente que no progresa por causas que vienen, en última instancia, de que no pueden librarse de las ideas inducidas por los demás: "Tú no podrás quitarte esa barriga", "Tú no podrás ponerte fuerte y saludable", "Tú no vales para esto de las artes marciales".
En la vida diaria estamos abarrotados de ellos: "Tú no vales para estudiar", "¿Ligar? Pero ¿ese qué va a ligar, con el careto que tiene?".
Demasiado a menudo nos rendimos a estos sicocondicionamientos. Quizá porque era más fácil ser lo que los demás querían que fuéramos, que demostrarles que se equivocaban.
Y uno de los más ineludibles: la jerarquización. Mira dentro del alma de las personas, y verás que, sobre todo ante primeros contactos, la mayoría están deseando que se establezca la jerarquía: ¿tienes más o menos estudios? ¿más o menos dinero? ¿tu pareja es un trofeo más valioso que la suya? ¿vales más o menos que él? No se suele uno encontrar a demócratas tan de pura sangre que estén dispuestos, al menos de partida y de corazón, a un trato de igualdad.
Sospecho que esta es una de las razones por las que me opongo tan fervientemente a que las personas nos numeremos con datos rápidos como la edad. ¿De verdad la edad, como todo el mundo se apresura a decir, «no tiene ninguna importancia, es sólo un número»? ¿o en nuestra sociedad lo usamos para inducir otro sicocondicionante más?

En la misma medida en que la potencia de los siconcondicionamientos me arrastra a sus múltiples agujeros, dejo de ser quien soy para convertirme en quien otros quieren que sea. Dejo de ser yo. Dejo de ser libre. Dejo de ser feliz, pues estas tres cosas están relacionadas. Dejo de ser libre pues no estoy, en realidad, eligiendo, aunque no sea capaz de darme cuenta de ello o me autoconvenza de que sí lo hago.
¿Cómo se combate esto? Pues con coraje. El coraje de ser uno mismo. Pero ¿cuánto puede mantener la atención hacia dentro de uno mismo en una ciudad masificada cualquier persona sin ser un maestro de la Meditación?
A veces entiende uno a los que se alejan de la civilización, ¿verdad?


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miércoles, 25 de noviembre de 2009

Artículos Recomendados - La Verdad Inútil

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Un porcentaje importante de mis lectores (¿se ve el eufemismo, se ve?) me pide que recomiende lecturas. Normalmente me las piden breves, eso sí, pero ya es algo. Así que inauguro hoy un ciclo de artículos recomendados.

Para el tema de las cerdadas (por decirlo suavemente) que hacen los estadounidenses torturando gente se hicieron investigaciones. Básicamente para torturar mejor. Todo por la ciencia, ya saben. Cito del artículo "El Secreto de Guantánamo" de Thierry Meyssan:

"Se pone un perro en una jaula cuyo suelo está divido en dos partes. De forma aleatoria, se envían descargas eléctricas a uno u otro lado del suelo. El animal salta de un lado a otro para protegerse. Hasta ahí no hay nada sorprendente. Posteriormente, se electrifican los dos lados de la jaula.
El animal se da cuenta de que nada puede hacer para escapar de las descargas eléctricas y que sus esfuerzos son inútiles. Y acaba entonces por rendirse. Se acuesta en el suelo y cae en un estado de indiferencia que le permite soportar pasivamente el sufrimiento. Se abre entonces la jaula y… ¡sorpresa! El animal no huye. En el estado psíquico en que se encuentra ya ni siquiera es capaz de hacer oposición. Permanece acostado en el suelo electrificado, soportando el sufrimiento."


Eso, claro, luego se lo aplican a las personas. Pero en cierto modo nos lo están también aplicando a nosotros. O, cuanto menos, se podría decir que nos comportamos como el perro ese.
¿Qué tal andan hoy sus niveles de conciencia y dignidad, amable lector? Espero que después de leer esto se lo pregunte.

La Verdad Inútil - Pascual Serrano


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domingo, 22 de noviembre de 2009

Cosas Veredes

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A algún incauto (y amable) lector le puede haber dado la sensación de que yo entiendo mucho de cosas de política, al menos de la España actual. Nada más lejos de la realidad. Y me propongo darles un ejemplo:
Resulta que los sindicatos CCOO y UGT, supuestos representantes de los trabajadores del país, han convocado una manifestación para el día 12 de Diciembre. Parece que el lema de la misma es "El trabajo lo primero. Por el diálogo social". Hasta aquí todo normal.
Pues bien, resulta que el PSOE, partido político en el gobierno del país, declara que apoyará tal manifestación, e incluso mandará a ministros de renombre a la misma.
Yo me pregunto: ¿contra quién es la manifestación, entonces? ¿A quién van a pedir que obre cambios o que deje de hacer lo que está haciendo mal? ¿Al destino? ¿Al demiurgo? ¿O es que pretenden ir todos juntos contra ese algo etéreo que es el paro y el hundimiento económico y tal, como quien hace una manifestación contra "La Maldad"? Lo mismo es que quieren hacer como en los pueblos, cuando se saca al santo de la iglesia en procesión para que llueva.

A falta de más explicación debo concluír que esto es una maniobra de distracción de los poderosos para que pensemos que algo se está haciendo contra el hundimiento socioeconómico (léase crisis) que se nos viene encima. Lo que concluyo siempre, vamos.



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miércoles, 18 de noviembre de 2009

Trolas de FalsiMedia - Rehabilitando Desinformados

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En vista del modo de informar de nuestra gloriosa prensa nacional respecto del asunto del pesquero Alakrana secuestrado en aguas de Somalia, voy a proceder a rellenar los huecos informativos en la mente de mis amables lectores en la proporción adecuada para equilibrar la excesivamente contrapesada hacia un lado información vertida (vomitada) por FalsiMedia sobre el tema, basada mayormente en «Hemos liberado al pesquero porque somos los mejores y así aprenderán que con nosotros no se mete nadie»:

Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado. Hemos pagado un rescate de millones de euros por el barco secuestrado.

Ruego a mis lectores disculpen la reiteración. Era lo necesario para rehabilitarles dada la abundancia de informaciones que carecían de este crucial detalle sobre el tema en nuestra prensa.

Por cierto, yo creo que el mensaje a otros piratas que haya por la zona está claro, ¿no? Me figuro que estarán pensando que pocos pesqueros renta tanto secuestrar ahora como los españoles.



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martes, 17 de noviembre de 2009

A Pesar de los Míos

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"- Yo adoraba a mi hermano, como ya te dije, y a veces creía que era un santo viviente. Lo alenté en sus oraciones y meditaciones, y como dije, estaba dispuesto a que se fuera de mi lado para que entrara en el sacerdocio. Y si alguien me hubiera contado de un santo en Ars o en Lourdes que tenía visiones, le habría creído. Yo era católico; creía en los santos. Encendía velas delante de sus estatuas de mármol en las iglesias. Conocía sus imágenes, sus símbolos, sus nombres. Pero no lo creí; no en mi hermano. No sólo no creí que tuviera visiones, no lo pude considerar posible un solo instante. Ahora bien, ¿por qué? Porque era mi hermano. Podía ser santo, podía ser extraño, pero Francisco de Asís, no. Mi hermano, no. Mi hermano no podía serlo. Eso es egoísmo, ¿te das cuenta?"
[Confesiones de un Vampiro - Anne Rice]

"Nadie es profeta en su tierra."
[Refranero Español justificando idioteces]


Recuerdo no hace mucho que hablé con un amigo por teléfono:

- Ya me he enterado que recientemente se os ha muerto el cantante ese de tu ciudad, oye. - me dice. Creo que me lo mencionó porque se sentía obligado a darme un semi-pésame, o algo así.

En este caso del cantante, la imagen que transmite FalsiMedia trata, como hace tan a menudo, de ocultar la realidad: nos vende que tenemos/tengamos un sentimiento de pesar por alguien de nuestra provincia, sentimiento que no se refleja con la realidad, porque serán muchos los que sientan por ese deceso tanta pena como por los múltiples accidentados por el tráfico de esos mismos días en que falleció el cantante. En otras palabras, que a la mayoría nos trae casi sin cuidado que se muera ese hombre.
Entiéndanme: lamento la muerte de cualquier ser humano. Pero es que me fastidia que se usen estos sucesos para manipularnos convenciéndonos de que aquí las personas estamos muy unidas.

Déjenme que me extienda en el tema: ¿Han visto ustedes a las pandillas de jóvenes? Sean niños, adolescentes, o algo más creciditos, no resulta muy difícil ver cómo se tiran a muerte. Hagan la prueba: si tienen oportunidad, amables lectores, escúchenlos u observen su comportamiento durante un rato. Se insultan velada o directamente, se burlan cruelmente unos de otros, se pisan en cuanto pueden, o chismorrean con bien poco respeto sobre las privacidades del que no está presente, por ejemplo. Se pregunta uno para qué están en grupo, porqué van a los sitios, conviven y hacen las cosas juntos, si tan lejos está la realidad de la imagen de "grupo de amigos" que transmiten para un observador casual. Me figuro que están juntos porque, al estar solos, un instinto nos hace sentirnos a las personas tal que si hubiéramos sufrido algo parecido al rechazo social («si estoy solo será porque mi tribu no me quiere a su lado»).
Esta reflexión, me temo, podría extenderse no sólo a los niños, que al fin y al cabo probablemente tan sólo reflejen el mundo adulto; ya se sabe: los niños lo que ven. Es aplicable a compañeros de trabajo, e incluso a cónyuges o familiares. Pareciera que todo el que convive con alguien hubiera de acabar por llevarse mal con los que tiene próximos.
Y, claro, estando así las cosas, los logros individuales rara vez son no ya felicitados por nuestros allegados, sino incluso admitidos. Demasiado a menudo aquellos que tenemos cerca ni tan siquiera dan muestras de percatarse de cualquier cosa que uno consiga, así sea aprender a hacer la "O" con un canuto. Lo mismo pretenden que no se nos suba a la cabeza el logro conseguido. Lástima, porque más de uno habrá con la moral y autoestima pendiente de un hilo, y al que hubieran insuflado fuerzas aunque fueran unas gotas de reconocimiento de «los suyos».

En suma, que no sé a usted, amable lector, pero en lo que a mí respecta, me queda la sensación de que mis logros, hayan sido grandes o pequeños, los he obtenido en mi vida no tanto gracias a «los míos», sino más bien a pesar de ellos.
¿Cómo va a importarme un cantante de mi ciudad?


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domingo, 15 de noviembre de 2009

Enseñanzas de los Juegos de Rol - El Derroche del Equipamiento Bélico

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"Malditas sean todas las guerras y los canallas que las instigan."
[Julio Anguita - Político Español]




 El otro día estuvimos mis amigos y yo jugando una entretenida partida de rol. En concreto, ambientada en un mundo de lo que se conoce como Espada y Brujería, algo así como el de El Señor de los Anillos.
Verán ustedes, en los juegos de rol, por el aquel del realismo, uno tiene que llevar un inventario de los objetos que tiene su personaje. Que si una espada, que si una armadura, que si comida para 4 días, que si un anillo mágico, y así. Así mismo, todas estas cosas hay que conseguirlas, claro, unas veces comprándolas, otras como botín de guerra al más puro estilo del petróleo actual, y otras incluso robándolas diréctamente (o sea, que también al estilo del petróleo).
Ocurría en nuestras aventuras y desventuras que, según el guión de la historia, una diosa de bajo poder (diosa clase B, o algo así, que también en el Olimpo parece que hay aprovechados y desdichados) nos había otorgado ciertos conjuros mágicos a cambio de que lográramos construírle un templo para la mayor propagación de su culto. Ya ven, tal que si aquí los sorprendidos jugadores fuéramos concejales de urbanismo, o algo así.
En estas andábamos cuando nosotros, los heróicos aventureros (acabábamos de robar caballos en una posada del pueblo anterior, pero albergábamos intenciones de llegar a ser heróicos), fuimos rodeados por un grupo de guerreros enemigos que nos triplicaban en número y, por si fuera poco, fantásticamente pertrechados para la batalla: que si corazas completas, que si caballos de guerra con armadura, que si alabardas relucientes, que si espadones de los gordos, etc.
Pero tranquilos, no se me muerdan las uñas, que aquí el chache, personaje mago para más detalles, echó mano de un conjuro para el cual nuestros adversarios no estaban prevenidos, y, en un pis pas, ganó la batalla. Les ahorraré los detalles, porque lo trascendente para este relato es el hecho de que nos quedamos con todo el equipo de nuestros enemigos. Botín de guerra, ya saben, como el petróleo. De hecho los dejamos en calzoncillos, lo cual no era estríctamente necesario, pero nos pareció que tenía su gracia.
No bien hubimos ganado la gloriosa batalla, nos dirigimos a la población más cercana a vender nuestros trofeos de la contienda. Después de todo, teníamos un templo que construír, y lo mismo con lo que sacáramos hasta podíamos empezar a hacer algo, así fuere dar una entrada para los terrenos, o encargar materiales. Y hete aquí que, oh sorpresa, nos encontramos que, con el dinero por las armas obtenido, teníamos suficiente para pagar la construcción de todo un templo de esos. Hecho y derecho, que no era una mísera capilla, no.
Todos los allí presentes esa tarde nos preguntábamos cómo era posible tal cosa. Después de todo tan sólo se trataba del equipamiento bélico de cerca de una decena de guerreros, por bueno que fuera. Hubieran de habernos visto ustedes, amables lectores, revisando precios, conversiones de monedas, sumando, multiplicando, cotejando reglas, y haciendo mil pesquisas para ver dónde estaba el error. Al final hubimos de rendirnos a la realidad: no había error alguno. El costo de ese material equivalía al de un templo completito.
Resultó algo bastante sorprendente para nosotros, jugadores experimentados, que solemos vivir nuestro día a día en el mundo de ficción preocupados por el último céntimo, siempre con el agobio del consabido "que no nos llega", al estilo de la teleserie "Cuéntame Cómo Pasó".
Poco a poco fuimos viendo la innegable realidad: el equipamiento bélico es carísimo. Enórmemente caro por los materiales que se usan, la valía de los numerosos fabricantes implicados en el mismo, las revisiones de calidad, y todo eso.

Esta regla es perfectamente aplicable, pásmense, a nuestro mundo real: el buen equipamiento bélico supone un gasto de riqueza desproporcionadamente grande en materiales, procesos de creación, técnicos y expertos implicados en su creación, horas de trabajo, infraestructura de montaje y hasta mantenimiento. Pero esto no se ve hasta que uno tiene que gastar en ambas cosas, y comprueba la equivalencia monetaria entre lo bélico y lo no bélico.
 Me pregunto yo, por poner un ejemplo, cuánto material médico o escolar se podría haber tenido con la inversión hecha en los quince aviones de combate de última generación EuroFighter comprados por el Gobierno Español.

Algunas veces los juegos nos ponen de relieve cosas que, por mucho que nos las hayan dicho por otro lado, aún no hemos asimilado completamente.
Y a veces esas cosas son, dicho sea de paso, vergonzosas.



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jueves, 12 de noviembre de 2009

Temor de Dios

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"Digamos que les daría miedo, porque, ya sabéis... a veces las órdenes que se imparten a los simples llevan el refuerzo de alguna amenaza, por ejemplo, el presagio de que algo terrible, y de origen sobrenatural, castigaría cualquier desobediencia."
[El Nombre de la Rosa - Umberto Eco]



Me recuerdo de niño en una iglesia de un pequeño pueblo, contemplando uno de los diversos cuadros que adornaban el interior del edificio, en el que una multitud de personas eran arrojadas a las llamas (en el cuadro, no en el edificio; no ocurrió el suceso hace tantos siglos como para eso). Vivas, claro. Recuerdo sus gestos de pánico y desolación. La verdad es que no sé si tenía yo más miedo de verlos que ellos de arder en el fuego eterno ese. Vaya un ambiente para la llamada «casa de Dios». Más parecía querer decirme: "Ya sabes lo que te puede pasar".
Y es que desde pocos siglos después de fundado el cotarro de la Iglesia Católica (cotarro que, recordemos, se fundó sin el miembro fundador, que ya se las trae), las prédicas de paz, amor, fraternidad, compartir, cooperar, respeto, no acumulación de riqueza y todo eso, tuvieron un añadido un tanto, digamos, divergente de las anteriores: el miedo. Los cuadros o la tétrica música (¿soy el único que encuentra parecido entre las melodías que ponen en las películas de vampiros y la música de órgano de las iglesias de antaño?) parecían diseñados mayormente para meterle el miedo en el cuerpo al personal. Y las peroratas de los párrocos iban por el mismo derrotero. Eso por no citar que el Antiguo Testamento de la mitología judeo-cristiana está llenito de aterradores (y detallosos, para que luego digan de la tele de ahora) relatos de muerte y destrucción.

Cuento esto porque hace poco oí en la radio de un terremoto en Sumatra, y enseguida nos vinieron con la cantinela de siempre: el «Ay, Dios mío, qué desgracia», el «Pobre gente, cuántos muertos», el «Y ahora a la calle, sin hogar, fíjate tú», etc. Ahora los políticos de turno a hacerse las fotos con gesto compungido que demuestren al pueblo que son muy buenas personas y tienen un lado sensible, y las entidades bancarias a abrir alguna cuenta a supuesto beneficio de los damnificados, justo para lo mismo, mejorar su imagen.
No se habla tanto de las medidas de prevención sísmica que se podían haber tomado, siempre escasas y mejorables. Las normativas sísmicas no dan votos. Y las catástrofes estas tienen su lado bueno: convenientemente descritas (detallosamente) por su FalsiMedia como algo inevitable, que ocurre periódicamente (y cualquier día le puede pasar a usted, señor televidente), y poco menos que por designio divino, contribuyen a mantener dos cosas: el manipulante miedo para que imploremos protección (quien dice protección dice que nos vigilen), y la sensación de fatalismo, el «No se puede hacer nada», para que no nos preguntemos si podríamos organizarnos mejor para todos estos temas (o, simplemente, si podríamos organizarnos, que ya sería algo).
 Los casos son muchos. Me gustó particularmente este texto sobre otra catástrofe natural ocurrida en Italia, que ilustra bastante bien mis puntos de vista.


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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Trolas de FalsiMedia - Secuestro de Pesqueros

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Estoy un tanto harto de ver cómo alguna gente me habla del tema del secuestro del pesquero Alakrana en aguas de Somalia al estilo español, esto es, que oyen campanas pero no saben dónde, y a pesar de ello hablan como si fueran los únicos que saben la verdad. Así que me he tomado la licencia de hacer llegar a mis amables lectores este breve compendio sobre el tema en forma de tres artículos escritos por el coronel del ejército español Amadeo Martínez Inglés.
Por descontado que esto no lo habrán visto en FalsiMedia, claro (¿queda alguno de mis lectores que aún preste atención a FalsiMedia? me da que sí).


El Esquife, Garzón, y el Pirata Respondón
El Culebrón Alakrana
Bochorno Alakrana

Y el más reciente, aunque quizá no tan relevante:

Solución Alakrana

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lunes, 9 de noviembre de 2009

Explicación para Torpes Escrita por un Torpe - Porqué Barack Obama es Otro Presidente Más


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"Los operadores políticos son siempre muy conscientes de que con frecuencia el público disiente profundamente, en algunos puntos, de los arquitectos de las políticas públicas. Entonces, las campañas electorales evitan ahondar en cualquier punto y favorecen las consignas, las florituras de oratoria, las personalidades y el chismorreo."
[Noam Chomsky - Libertario]

"Si fuera presidente, pararía en solo algunos días los ataques terroristas contra los Estados Unidos definitivamente. Antes de todo, presentaría mis disculpas a todas las viudas, a los huérfanos, a las personas torturadas, a aquellos caídos en la miseria, a los millones de otras victimas del imperialismo americano. Luego, anunciaría a las cuatro esquinas del mundo que las intervenciones americanas en el mundo han definitivamente terminado, e informaría que Israel ya no es el Estado 51 de los Estados Unidos. Y luego reduciría el presupuesto militar en al menos 90%, utilizando el superávit para pagar indemnizaciones a las victimas. Seria más que
suficiente. El presupuesto militar de un año, es decir 330 mil millones de dólares, equivale a más de 18.000 dólares por hora desde el nacimiento de Jesucristo.
He aquí lo que haría los tres primeros días.
El cuarto día, sería asesinado."
[El Estado Delincuente - William Blum]

"En otras palabras, «si no puedo tenerlo, entonces que nadie pueda». Qué magnífico alegato del actual estado evolutivo de la humanidad. Si la raza humana tuviera una tumba, éste podría ser un epitafio apropiado."
[Michael C. Ruppert - "Mientras el Mundo Arde" - Artículo publicado en la web From The Wilderness]

"Koji... con el Mázinger Z puedes ser un Dios o un Demonio."
[Mazinger Z - El Nacimiento de un Robot Milagroso]


Como soy un tanto torpe para entender muchas cosas, a menudo tengo que ir despacito y con buena letra, lo cual hace más lentos mis procesos cognitivos. Pero, al mismo tiempo, tengo la ventaja de que en no pocas ocasiones acabo destilando, precisamente gracias a ello, una explicación adaptada a los torpes que resulta medio aceptable.
Explicación que, claro, voy a compartir con mis sufridos lectores, por si alguno de ellos fuera torpe, que seguro que no.
Esta vez el tema de fondo es el tal Barack Obama, al que algunos llaman "negro".

- ¿Quién es Barack Hussein Obama?
 + El último (hasta ahora) presidente de un país llamado Estados Unidos de América, al que algunos (sobre todo ellos mismos), por razones curiosas, llaman equivocadamente "América" a secas. Una nación que se considera en una especie de estado de "excepcionalidad" que le permite saltarse a la torera las normas del Derecho Internacional y atacar o invadir a otros países cuando le viene en gana. Una especie de abusón del colegio, pero en país.

- Entonces lo han elegido los estadounidenses para que dirija su país, ¿no?
+ Tururú. Lo han elegido las grandes corporaciones, gigantescas empresas archimillonarias que les financian a los políticos sus campañas publicitarias electorales, y que luego les llaman y les dicen "¿Qué hay de lo mío?" para pasar por caja. Recuerden que, sin ir más lejos, la legislación del país no permite presentarse a la candidatura de la presidencia a quien no apoquine medio millón de dólares; compruébenlo si no me creen. En efecto, el planeta necesita a alguien con cabeza y sensatez en el puesto de presidente de la nación con más armas. Pero cabeza y sensatez implicarían dejar de hacer la guerra a medio mundo, y sin guerra los dueños del planeta, los que mandan sobre los presidentes, no pueden dominar. Así que, como el país, por razones que es un tanto largo de explicar (bancarrota por derroches en guerras, más que nada; le ha pasado a muchos imperios a lo largo de la historia) tristemente, han emprendido una huída hacia adelante (consistente en más guerra, más, más, aunque en la hoguera resultante ardamos todos) poniendo a este guiñol bajo su control en el puesto de mando.

- ¿Pero no es este el presidente que va a cambiar el mundo y hacerlo más humano, para empezar deteniendo las guerras de invasión que inicia EEUU?
+ Pues no, mire usted, no lo es. Aunque los poderosos del mundo quieren que así lo creamos. Y, de hecho, muchos ciudadanitos de a pie se lo han creído. Incluso, vivir para ver, puede que él mismo se lo haya creído. Las grandes campañas publicitarias tienen eso, que logran engañar a muchos. Y, precisamente, la campaña electoral de Obama recibió un premio... ¡por publicidad!

- Pues yo vi a montones de gente corear lo del "Yes We Can".
+ Y yo vi al Pato Donald atravesar la tubería de su casa y salir con forma cilíndrica. Y una vez vi un anuncio en TV en el que comprarse cierto automóvil hacía que un flacucho mal afeitado causara en las féminas desmayos de pasión hacia él, en lugar de la cara de palo que me ponen a mí. Y los carteles publicitarios no paran de mostrar a gente retorciéndose las tripas de la risa que les entra por haberse comprado el teléfono móvil marca tal. Ya les digo: propaganda. Si ignora usted lo bastante a su razón e intelecto, le hará efecto.

- Sin embargo Obama está iniciando contactos con otros países del mundo para mejorar sus relaciones con EEUU.
+ Y falta le hace, vaya que sí, porque su antecesor había dejado una herencia con lo del «O estás conmigo o estás contra mí», que ya, ya. Sin embargo, Obama está soltando palabras bonitas a Irán, pero no reduce las sanciones, embargos o bloqueos que mantiene sobre ese país. Mismo caso con Cuba, sobre los que las canalladas de USA dan para un artículo aparte (más bien un libro aparte). Habla de cordialidad con los rusos, pero ahí siguen a vueltas con el tema de los misiles en su frontera (en realidad parece que los van a trasladar a barcos de guerra de la zona, pero eso es otra historia). Prometió cerrar el campo de concentración ilegal (ya tiene guasa, en pleno siglo XXI, y tanto que despotrican de la Alemania Nazi) que EEUU tiene en territorio invadido de Guantánamo, y lo único que ha hecho es decir «Ya va, ya vaaaaa....». Obama no para de decir que acabará con las guerras (léase «guerras de invasión y/o agresión») de su país en (léase «contra») otros países del mundo, pero ha incrementado el presupuesto de Defensa, y no para defenderse precisamente. La actitud bélica de USA en el mundo se sigue incrementando, véanse las nuevas bases militares que están preparando para Colombia. Obama dijo que habría sanidad pública pagada por el estado, por aquello de que la gente no se muriera en las puertas de un hospital al no tener dinero, y la cosa sigue en plan «Es que la coyuntuuuuura, es que el presupueeeeesto...». Y le costó mes y medio admitir que en Honduras habían dado un golpe de estado («crisis política» lo llamaron).
Palabras. Sólo palabras.

- Bueno, bueno, pero habrá que darle tiempo.
+ Sí, hombre. Y vacaciones. Que no hay prisa. Total, sólo van 1.300.000 muertos en la guerra de Irak, y eso según estimaciones conservadoras. El hombre va ya para el año de mandato, y aquí estamos.

- Si él quiere, lo que pasa es que no le dejan.
+ Anda, mire usted qué bien. Eso me recuerda al chiste del detenido al que no podían llevar a la cárcel porque no se dejaba. Pues vaya un presidente, que no puede hacer lo que prometió en su candidatura porque "no le dejan". ¿Y quién no le deja? ¿El coco malo, el hombre del saco? Si hay en los EEUU otros dueños del país que mandan sobre el presidente, y por tanto sobre el pueblo, entonces el problema son ellos, y es a ellos a los que hay que confrontar. Que salgan y digan: «Callaos ya, con tanta democracia, que esto es, en realidad, mi cortijo».
¿Para qué sirven las elecciones entonces, si hay quienes, desde dentro del país, al presidente «no le dejan» hacer las cosas que quiere el pueblo?

- Entonces ¿de qué va todo esto?
+ Pues lo de siempre: distraer al pueblo, que no se entere de lo que está pasando, y que al mismo tiempo se crea que controla algo. Básicamente para que no alborote y permita a los de arriba meter la cuchara. Sólo que, por mucho que FalsiMedia, con su controladísima orquesta, repicara una y otra vez que no pasa nada, que todo el mundo está feliz, esta vez el pueblo estaba hasta las narices de las cerdadas que les hacen los de arriba, y quería cambiar la cosa. Estaban hartos hasta el punto de que el riesgo de revolución social estaba cada vez más cerca.
Así que, oído cocina: se les pone a alguien que parezca de verdad algo diferente (de piel un tanto más oscura; el otro candidato era una mujer, que también hubiera valido), se monta una megacampaña de paz y amor y fraternidad y zen espiritual, se le ordena al nuevo candidato que hable de «cambio» como un disco rayado siempre que no diga casi nada concreto acerca de cómo lo hará... y todo arreglado. La gente tira para alante pagando sus hipotecas y trabajando como animales otros cuatro añitos más.
Y ha funcionado. Las organizaciones anti guerra, ecologistas, pro derechos humanos, pacifistas, anti nucleares, etc, están todos callados como un somormujo. Incluso los que entreveían la verdad sobre Obama querían confiar en él. Hay que comprenderles: la otra opción eran los republicanos, y su «Eso lo arreglo yo bombardeando», así que, enfrentados al desastre total, se agarraban a un clavo ardiendo.

- Pues vaya un mal cuerpo que se me queda. Entonces ¿no va a conseguir Obama nada para arreglar el desastre de mundo que nos han dejado sus antecesores?¿O al menos dejar de empeorarlo más?
+ No necesariamente tiene que estar la cosa tan mal. Pudiera ser que, precisamente en el hecho de que quizá él mismo se haya creído que puede hacer algo bueno desde donde está, residan algunas esperanzas. Si le echa valor y da pasos adelante, los «hombres ricos tras la escena» habrán de hacer alguna borricada para pararlo. Por ejemplo, si aprueba la partida presupuestaria para algo tan mínimamente digno en un país como es la Sanidad Pública, los jerifaltes de las farmacéuticas tendrán quizá que matarlo u otra bestialidad aún mayor. Por desgracia, si algo caracteriza a los cuatreros que actualmente son los dueños del planeta, es su arrojo a la hora de hacer bestialidades, aunque suponga estrellar este coche en el que viajamos todos con ellos mismos dentro.
Y observemos un detalle interesante: a muchos de los que mandan en Washington les molesta la mera existencia de Obama, no digamos ya su puesto en la presidencia. Ello debe ser interpretado como buena señal.
Para frustración del mundo, Barack Obama parece comportarse como bueno o malo según el día. Mayormente se comporta como bueno en público, y mayormente se comporta como malo (haciendo lo mismo que han hecho todos los presidentes USA, por ejemplo atacando países) de manera algo menos visible para FalsiMedia.
No obstante si, como ya he descrito, Obama inicia procesos (léase «hace el puñetero favor de cumplir alguna de sus promesas»), el hombre pudiera disparar una situación de respaldo social masivo, Pudiera poner en marcha, aunque sólo sea por efecto rebote, movilizaciones sociales de muchas personas de a pie. Si las calles se llenan lo suficiente y con suficiente frecuencia de ciudadanos hartos de ser espectadores vegetativos pasivos de las políticas de los de arriba y del «gracias por su voto, vuelva dentro de cuatro años y ahora cállese», muchas cosas pudieran tener una posibilidad de cambiar.

Barack Obama es, hasta ahora y a la luz de lo visto, tan sólo un presidente más. Pero podría ser algo más.
De manera similar a como ocurría con el protagonista de la película "Las Sandalias del Pescador", en la que un papa innovador decidía repartir las riquezas de la Iglesia Católica y lograr así que esta siguiera, por fin y después de milenios, el mensaje original de Jesucristo, existe, en efecto, una posibilidad de que Barack Obama se transforme en un héroe para la humanidad.
A ver si lo hiciera, porque la sucesión de demonios en el puesto que ostenta ahora ya ha sido demasiado larga.


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domingo, 8 de noviembre de 2009

Ausencias de Espronceda

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"Una vida de esclavitud también sigue siendo vida."
[Star Trek]



El otro día, caminando por la calle, me fijé en cierta bella señorita que caminaba por la acera de enfrente (quiero decir literalmente). ¿Qué quieren? Uno no es de piedra. No bien estaba contemplando, con la discreción que mis gafas de sol me permitían, al angelical elemento, se me unieron a la contemplación un grupo de trabajadores de la construcción. Quiero decir a su manera. Esto es, imitando a una tribu de babuínos en celo. Y, claro, ya se me imaginarán: el griterío era tal, que estuve tentado de cruzar la calle para decirle a la hermosa criatura que, al menos en ese momento, lamentaba pertenecer al mismo género que ellos, pero que no era culpa mía.
Me pregunto qué aprenden algunos en el colegio.

En otra ocasión intercepté una conversación entre mujeres:

- Me veía fatal esa mañana. Incluso, cuando pasé por al lado de la obra, ni siquiera me gritaron nada. Así que pensé «tengo que estar horrible». No veas qué depresión, oye.

Ya sé que poco queda hoy día de los Espronceda, Bécquer, Garcilaso de la Vega y familia. Pero malos tiempos son estos en los que nuestras mujeres anhelan que les ladren maldiciones.
A falta de pan, que lo llaman. Pero que mucha falta.



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viernes, 6 de noviembre de 2009

Rubalcaba Reloaded - La Misión

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"La guerra de invasión es el supremo crimen internacional y sólo difiere de otros crímenes de guerra en que contiene en sí mismo a todos los demás."
[Tribunal de Núremberg]

Oigo al ministro Rubalcaba por la radio: "Yo creo que hay un sentimiento mayoritario, Obama lo encabeza, de que esta misión no está saliendo bien", refiriéndose a la guerra de Afganistán. El uso de la palabra "Misión", quizá pensando en la hermosa película "La Misión" (misión cristiana, evangelizadora, civilizadora, de reparto de botellines de agua, y construcción de puentes, etc) de Ennio Morricone de 1986, es un tipo de trampa sibilina habitual en todo político, y que pudiera inducir a error, así que voy a traducir para mis amables lectores, gratuíta y amablemente, lo que quiere decir Rubalcaba:
"Estamos perdiendo la guerra de invasión a Afganistán en la cual matamos a todo lo que se nos pone por delante obedeciendo órdenes del mando estadounidense, y contra la que resisten los habitantes originarios del país. Pero a ver si con el respaldo de FalsiMedia y con reportajes de algún niño al que curamos de vez en cuando logramos que el pueblo español, despistado hasta el punto de no saber ni siquiera a cuántos países están atacando sus tropas ahora, se traga lo de que mandamos soldados por el mundo a construír hospitales."


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miércoles, 4 de noviembre de 2009

Explicación para Torpes Escrita por un Torpe - Cómo se Escribe «A Ver»

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A ver si nos vemos. Es cuestión de ver si nos vemos. A ver si lo consigo. Sólo quiero ver si lo consigo. A ver qué pasa. Vamos a ver qué pasa. Pretendemos ver qué pasa. Pues mira, vamos a verlo. Deberíamos verlo.
"A Ver". Voy a "Ver". Verbo "Ver". Con "V". "Ver" con los ojos. Hasta un ladrillo lo entendería.
Ni se escribe "aver" porque las palabras en español no se juntan, al menos en mi pueblo, ni se escribe "haber" porque eso es del verbo "haber", que no tiene relación alguna con "ver", ni "aber" porque eso es alemán, no español, ni "ha ver" porque una falta tan garrafal atraerá al fantasma de Cervantes que le cantará "Días de Verano" reiteradamente durante toda la noche hasta volverle a usted tarumba.

A ver cuánto tardo en tener que repetirlo.


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lunes, 2 de noviembre de 2009

domingo, 18 de octubre de 2009

La Cosa más Dulce pero Corrupta

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"Uno mira a los ojos de un elfo con la esperanza de ver la frescura y la inocencia de la juventud, sólo para encontrar el dolor y la sabiduría de la edad y la experiencia."
 [Wesley Frank - La Comarca - El Señor de los Anillos]

"[...] cada cual pacta consigo mismo a diario para evitarse más de una guerra personal."
[Javier Ortiz - Periodista]




Les haré una confidencia, para gozo de quienes ven la prensa del corazón y del hígado: me he quedado un tanto prendado de una bella señorita. Se trata de una dulce criatura rubia de aire levemente delicado. Periodista, para más detalles. Presentadora del telediario para más detalles todavía.
Y ya saben cómo son estas cosas: me cuesta apartar los ojos de ella, me dan ensoñaciones varias, me siento tentado de escribirle, etc. Debe ser que me recuerda a alguien, o algo así. Se la describiría, pero es que no estoy seguro de que eso se me dé bien. Rubia de pelo no muy largo, confieso no saber qué más decir de ella, miren ustedes qué cosa.
Aunque, ahora que lo pienso, sí que debo decir algo: su voz. Le ocurre a su voz un poco algo así como que no es la que debiera ser. Suena como un tanto gutural, por decirlo de alguna manera. Es como si la naturaleza hubiera puesto esa voz ahí para avisar de que no es oro todo lo que reluce. O quizá como si en su voz se notara que los acontecimientos de su vida le hubieran quitado una parte de la inocencia infantil que a uno le gustaría hallar en esa linda mujercita.
Y es que, desde su puesto de periodismo, está haciendo, día sí día también, cosas que hacen que se le muera a uno el alma. Porque en una sociedad democrática, por definición, es necesario que la gente sepa la verdad para que tomen la mejor de las decisiones. Y ella nos miente. Desde su púlpito obedece las órdenes de quienes van convirtiendo la prensa, cada día más, en el departamento de publicidad y marketing de las grandes corporaciones. Falsea la realidad. Ignora noticias importantes. Dice ciertas noticias con una sonrisa ("No es para tanto esto que estoy contando") y otras con cara seria ("Eh, eh, que esto es grave") según se le ordene. Relata noticias estúpidas sin ninguna trascendencia para el pueblo y completamente impropias de un informativo, sólamente para generar «ruido» que confunda e impida a los espectadores pensar con claridad en las noticias inmediatamente anteriores que sí que tenían importancia.
Está corrupta. Todos lo estamos, en cierto modo y en cierta medida, sólo que unos lo vemos y otros se tapan los ojos para no darse cuenta.
Sin embargo en ella uno esperaría una dulzura en su forma de ser que le impidiera traicionarnos y engañarnos de manera tan aviesa. Pero, claro, al igual que nos pasa (también en cierto modo y en cierta medida) a todos, ella se ve obligada a pactar con su alma a diario. Y me da que, a la larga, su alma sale perdiendo con el pacto.

Qué burla a las esperanzas de la humanidad que tan bonita mujer sea convertida en un instrumento más de dominio y sometimiento de la sociedad humana.



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lunes, 5 de octubre de 2009

El Bus o el Coche, Tanto Monta

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Una vez vi un documental de televisión, de esos de animalitos, y de tribus de África y tal, en el cual los guerreros de la tribu vecina eran sometidos a un simulacro de agresión (con lanzas y todo) por parte de los guerreros de la tribu que los recibía; por lo visto para ver si se mantenían impasibles, firmes, serenos y tal. Con ello quedaba, al parecer, demostrado su estátus de luchador, y eran considerados jerárquicamente al mismo nivel que cualquiera de los habitantes del poblado que visitaban. Me llamó la atención que los que grababan el documental ni siquiera eran sometidos al asedio. Según relataban, ellos ya estaban diréctamente por debajo del resto del poblado. Tampoco es que los pusieran fregar las letrinas (creo que ni siquiera tenían), los acogían como a huéspedes y tal, pero sus derechos seguramente estarían muy por debajo de los del resto de la tribu. Me figuro que en poblaciones primitivas, donde la supervivencia está cada día en juego, hay que recurrir a sistemas de organización social que se ven tan drásticos desde el punto de vista de la Civilización.

Me acordé de esta historia el otro día, que estuvimos algunos amigos reunidos con nuestro equipamiento informático: ya saben, cada uno se lleva su ordenador, y los montamos todos en red, y que si a jugar, que si a copiarnos películas, etc. Oh, y a enseñárnoslos, eso sobre todo, que el que no le pone un ventilador con luces de neón de colores a su torre, le instala más memoria, o algún componente más rápido, o le pone alguna otra cosa rara.
Muy llamativo me resultó el hecho de que todos los que allí estábamos recordábamos al momento datos como, por poner un ejemplo, la velocidad en MegaHertzios a la que funciona el Bus frontal de transferencia de datos de la placa madre de nuestro ordenador. Suena raro, ¿verdad? Pues no sólo eso, sino que también recordábamos ese mismo dato (las velocidades esas, no me hagan que lo escriba de nuevo) de los ordenadores de los otros.
Tras un rato de darle vueltas a la cabeza, concluí que la explicación para recordar un dato que, a efectos prácticos, podríamos decir que no sirve para nada, era, en realidad, muy sencilla: los allí presentes nos jerarquizábamos por ese dato. Como lo leen. Cada uno de nosotros, en cierto modo, sentía algo de envidia por el que tenía un ordenador con el Bus frontal (... bla bla bla, etc) a más velocidad que el suyo. Y sentía, en el fondo, algo de superioridad sobre el que lo tenía (el Bus tatatá, escribirlo más veces haría este artículo más pesado de lo que ya de por sí resulta) a menos velocidad.
Menuda solemne bobada, ¿no creen? Qué tontaría jerarquizarse, aunque sea a medias, por ese dato. O eso pensé yo.

Pero me alegro de haberle dedicado tiempo a pensar en ello: la próxima vez que alguien me pregunte mi salario, el coche que tengo, o mi edad, al menos sabré porqué lo hace.
Eso sí, ya puestos a ser poco civilizados y jerarquizarnos como las tribus primitivas, le pienso preguntar por su Bus Frontal en MegaHertzios... bla bla bla.



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domingo, 4 de octubre de 2009

Adoctrinamientos de FalsiMedia - Las Torturas en el Cine

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"Habitaban la mayor parte del tiempo en los límites de las florestas, de donde salían a veces para cazar o cabalgar y correr por los espacios abiertos a la luz de la luna o de los astros; y luego de la llegada de los Hombres, se aficionaron más y más al crepúsculo y a la noche. Sin embargo, eran y siguen siendo elfos, y esto significa Buena Gente."
"- Pero, en definitiva, ¿qué asunto os trajo al bosque? - preguntó el rey, enojado.
Thorin cerró entonces la boca y no dijo nada más.
- ¡Muy bien! - exclamó el rey. - Que se lo lleven y lo pongan a buen recaudo hasta que tenga ganas de decir la verdad, aunque tarde cien años.
Entonces los elfos lo ataron con correas y lo encerraron en una de las cuevas más interiores, de sólidas puertas de madera, y lo dejaron allí. Le dieron buena comida y bebida en abundancia, pues los elfos no eran trasgos, y se comportaban de modo razonable con los enemigos que capturaban, aún con los peores."
[El Hobbit - J.R.R. Tolkien]


El otro día vamos mi buen amigo Gumersindo Amador y yo en el coche escuchando la radio. Bueno, yo más bien oyendo, pero hubo algo que llamó mi atención. Verán ustedes, Gumersindo tiene predilección por esos programas que se basan en hacerles perrerías varias a la gente. A gente inocente que no parece tener la culpa de nada, pero eso para él es secundario.
Y esta vez la broma es telefónica. Los guasones se hacen pasar por guardias civiles y llaman al teléfono móvil de un incauto, que precisamente iba también en su coche, y con voz dura le convencen de que me le van a enjaular al hombre como se pase un pelo (cito de memoria):

- Si usted lleva en el coche CDs piratas - dice el guardia civil amenazante. Que tiene narices que llamen "pirata" a un disco de música, pero esa es otra. - le puede a usted caer una multa muy gorda. Y responda con más respeto a un oficial de la Guardia Civil.
- Sí, señor. - dice el asustado muchacho al otro lado del teléfono, porque ni siquiera ve al supuesto oficial de la guardia civil, claro.
- Y como tengamos que ir para allá se va usted a acordar de este día. - añade el benemérito.
- Sí, señor.
- Que usted sabe que la Guardia Civil, cuando tiene que dar, da.
- Sí, señor, sí.

Gumersindo se ríe bastante con estas cosas. Y tengo que confesar que yo, cuando escuché cómo posteriormente lo hacían al pobre inocente parar el coche, gritar vivas a la Guardia Civil, comprobar el aceite del vehículo y hasta rezar el padre nuestro, todo ello por teléfono, pues también me sonreí. Bueno, todos tenemos algo de malicia dentro, ¿no?

- Anda que es mentira, eso de que la Guardia Civil «da». - me dice Gumersindo acabado el programa.

En realidad no es más que la clásica exageración andaluza. Conozco a varios guardias civiles y son personas humanas, no animales. Soy consciente de que los casos de abusos de poder a detenidos (esto es, torturas, por llamarlo por su nombre) son los menos, por mucho que poco o nada haga la Justicia española para frenarlos.
 Pero esto de la difusión a través de FalsiMedia de este tema me está, ultimamente, poniendo la mosca tras la oreja, como habrán podido ver mis sufridos lectores. Así que me paro a pensar en dos ejemplos del cine reciente.

El primero corresponde a la película «Quantum of Solace» (hoy mejor no voy a decir nada de la traducción del título) del tal James Bond 007 ese, personaje que se ha vuelto más brutal que en las elegantes y refinadas películas de la saga de antaño. Se ve que ahora, con cómo está el mundo, se necesita «dar» más que antes. En los calabozos, la jefa del MI6 (espionaje británico), le dice a un detenido algo parecido a:

- Cuanto más tarde en hablar más le dolerá.

Así, a pulmón, con la misma cara de quien dice: «De postre tenemos fruta del tiempo, tarta de manzana y tocino de cielo». Y ya está, que somos los buenos, pero «cuando tenemos que dar», pues damos, mire usted.

El segundo ejemplo de filmografía reciente lo tenemos en la película "Los 4 Fantásticos y Silver Surfer", una adaptación de los comics de la productora Marvel. Resulta que los 4 Fantásticos capturan al tal Silver Surfer y lo entregan al ejército (de los Estados Unidos, claro, los otros no son de fiar), que se lo lleva y lo tortura para sacarle información. Esta vez nos muestran las torturas y todo, que, por cierto, las hace un ex-soldado ruso; que los USA serán malillos, pero un poco nada más, y sólo «cuando tienen que dar». Eso sí, antaño en el cine, de torturas por parte de los gringos, ni mu, que eso no pasaba nunca, que todo el mundo lo sabe, salvo cuatro maoístas chiflados que vociferan con banderas rojas y no se enteran de nada.
 Esta vez lo rescatan los Cuatro Fantásticos esos (de su propio ejército, jia, jia, ya tiene guasa la cosa, ¿se dará cuenta el estadounidense promedio de contradicciones como estas, o estará demasiado ocupado buscando comida en el país más rico del mundo como para ir al cine?). Pero cualquiera que se pare un poco a mirar por encima del bosque puede darse cuenta por sí mismo de cómo el cine es, para los poderosos del mundo, un importantísimo sistema de adoctrinamiento y control de masas (esto es, de nosotros, las hormigas). Por ejemplo, después de ver la contemporánea a la última guerra de Irak "StarShip Troopers", incluso a mí me dieron ganas de apuntarme al ejército USA, y eso que no me es posible. Y que había que «llevar la guerra fuera para impedir tener que luchar en casa» (traducción: invadir Afganistan, Irak y lo que os digamos) me quedó clarísimo, vamos; si ya se vio, que los alienígenas esos, por esperar demasiado, nos tiraron un pepino desde Júpiter (o Saturno, o qué sé yo) que machacó media Argentina, me suena.
Podría seguir abundando en ejemplos, como el suero de la verdad que le inyectan al alienígena hecho humano en la reciente "Ultimátum a la Tierra" para que me lo interrogue un mendas de esos que los gringos mandan a Guantánamo a torturar gente. Pero creo que ha quedado claro la abundancia del tema en eso que llaman el celuloide.
Así que lo mismo dentro de poco nos encontramos en el cine que torturan los Cuatro Fantásticos, los X-Men, el Spiderman, el Superman, y todos los Espantajomanes esos que haya en servicio.

Pero tranquilos, no es que se salten a la torera los Derechos Humanos, la Convención de Ginebra o hasta el Libro Secreto de los Gnomos y apliquen torturas. Es sólamente que «dan».
Cuando «tienen que dar», claro.



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sábado, 3 de octubre de 2009

Los Ataques Terroristas de las Torres Gemelas

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"Yo te maldigo: Vivirás en tiempos interesantes."
[Antigua maldición china]

"Tristemente mis padres, durante toda su vida, nunca supieron en realidad lo que estaba pasando a su alrededor."
[Noam Chomsky - Libertario]

"Nos odian por nuestra libertad."
[George W. Bush - Presidente de EEUU]




En la antigua Roma, el César Nerón, deseoso, al parecer, de quitarse de enmedio a los cristianos, pero sin poder fácilmente ordenar la matanza de un movimiento social que únicamente abogaba por la paz, la no violencia y el reparto de la riqueza (esto era lo problemático, esto), recurrió a una artimaña asaz rastrera: incendió los barrios bajos de Roma, capital del Imperio, y propagó el rumor de que habían sido los cristianos. Con lo que el pueblo romano aprobó la masacre.

Cuando Cuba aún pertenecía a España, y en unos tiempos convulsos en los que estaba cantada la guerra de una España que reaccionaba con represión brutal (ya se sabe: de cada diez íberos, uno piensa y nueve embisten) contra unos cubanos que, lejos de querer todavía independizarse como un país aparte de la Corona Española, tan sólo pedían que los dejaran de tratar como a perros, el gobierno USA quería meter la nariz en el tema. Meterse en la guerra, vamos, a ver lo que sacaba. Entonces, casualmente, un barco del ejército de EEUU llamado Maine, fondeado en un puerto cubano, sufrió un atentado con bomba que lo hundió y mató a casi toda su tripulación. También casualmente, los oficiales no estaban en ese momento a bordo. Acto seguido la prensa local al completo de EEUU bombardeó a su población con la idea de que habían sido los españoles. El pueblo transigió con lo de declararle la guerra a España.

Más recientemente, en la Alemania Nazi, el parlamento (ReichStag) fue incendiado misteriosamente una noche. Las declaraciones oficiales y la investigación preliminar culparon a los comunistas. Hitler logró quitarse de enmedio (vía arrestos) a quienes tenían tales filiaciones políticas, pues el pueblo aceptó la mano dura contra ellos, saltándose toda legalidad, procedimientos procesales y otras zarandajas, que todo eso es perder el tiempo cuando se ve quiénes son los culpables, hombre.

Algo después, la población estadounidense se resistía a entrar en la Segunda Guerra Mundial. Entonces la base militar de Pearl Harbor fue bombardeada, causando miles de muertos. Lo menos deshonesto que se puede decir del Gobierno USA es que sabía que tal ataque se produciría: que si se lo dijeron los mismos japoneses con una declaración de guerra previa, que si las comunicaciones militares japonesas eran ampliamente descifradas por aquel entonces... lo sabía, y se lo calló. La prensa al completo, otra vez, llenó las cabezas de la población de descripciones del desastre. El pueblo aceptó ir a la guerra.

Montajes. Manipulaciones. Mentiras.
A día de hoy sabemos de todos estos engaños. La mayoría de la población de entonces no, y basaron, posiblemente, su concepto del mundo y aún sus motivaciones en estas trolas. Hoy les ofrezco, amables lectores, la posibilidad de vivir este momento histórico de la Humanidad con un poco más de comprensión de lo que ocurre a su alrededor que la que tiene un televidente (que es muy poca o ninguna).

 El montaje se llama Atentados de las Torres Gemelas.
Adelante, anímese. Sé que leer cansa. Pero la Historia le llama, amable lector. Atrévase a apagar la televisión, pues, como ya he dicho alguna vez, sólo el que lee y el que escribe se obligan a pensar.
No viva la existencia ilusoria del que no comprende lo que pasa a su alrededor.


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jueves, 1 de octubre de 2009

Sobre la Mano Dura

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"- Ira, miedo, agresión, el reverso tenebroso de La Fuerza son ellos. Conmueven con facilidad y enseguida te inducen a la pelea. Si alguna vez caes en el reverso tenebroso, dominará para siempre tu destino. Te consumirá como hizo con el discípulo de Obi-Wan.
- ¡Vader!... ¿Es más fuerte el reverso tenebroso?
- ¡NO!... ¡No!... No, más rápido, más fácil, más seductor.
- ¿Cómo voy a diferenciar el lado bueno del malo?
- Lo sabrás. Cuando estés tranquilo, en paz, equilibrado."
[Star Wars - El Imperio Contraataca]

"En su día parecía un castigo estupendo por comer chicle en clase. Pero esa experiencia me hizo lo que soy hoy: un adulto enfadado obsesionado con pensamientos de venganza."
[Tira cómica de Dilbert - Scott Adams]



Me encuentro a mi buen amigo Gumersindo Amador con aire enfadado:

- ¿Qué te pasa, Gumersindo? - le digo.
- No me hables. Que me han salpicado unos niñatos con un globo lleno de agua de esos con los que juegan a veces. - me responde.
- Bueno, al fin y al cabo hace mucho calor. - le respondo yo socarrón.
- Los ponía yo a esos firmes. Los hacía andar más derechos que una vela, si fuera su padre. O su profesor de algo.
- ¿De Religión, por ejemplo, como en la España Franquista? - le digo. Gumersindo a menudo entiende los Derechos Humanos en el sentido de que ciertos humanos tienen que andar bien derechos. Mayormente los que él decida.

Pero yo, que soy paciente cual serpiente al acecho, me espero a que pasen unos días, para preguntarle:

- Oye, Gumersindo, ¿te acuerdas del profesor que tuviste en el colegio, en tercer curso?
- ¿Que si me acuerdo? - Gumersindo se me enciende de golpe - Me acuerdo del guantazo que me dio, porque le dije "gandul" bromeando desde la ventana un día que llegaba tarde. Ya ves tú, con lo niño que era yo, que ni sabía lo que significaba esa palabra. Te aseguro que me lo encuentro ahora, y no veas la que le doy.

Así es Gumersindo. Destruye sus pocos axiomas a poco que le dejen hablar.

¿Se han fijado ustedes en el recelo, la desconfianza, o incluso el resentimiento y hasta ira u odio que desprende la gente que nos rodea? Los vecinos que nos cruzamos, los conocidos, los compañeros de trabajo, o hasta los amigos. No hay que ser muy lince para percibir que su actitud y sus formas de hablar desprenden emociones negativas. Ellos, de un modo u otro, tambien también arrastran las consecuencias de malas experiencias del pasado.
Avancemos un paso más: fíjense en esa gente de nuestros barrios marginales, lugares más duros para vivir o para crecer. Las actitudes confrontatorias de sus gentes me suelen llamar la atención. Y los jóvenes, lo más duro es ver a los jóvenes (de ambos géneros), sin la dulzura en la mirada que por fuerza hubieron de tener de niños, sin el aire afectuoso de quien ha vivido siendo querido. Más bien les han robado el bocadillo desde los primeros años de colegio, por lo que casi todo, incluso la seducción, lo viven ya como una prueba de fuerza.

La vuelta atrás de esa situación no es cosa fácil. Pero vivo con el convencimiento de que no se logrará haciendo algo que añada más ira u odio a esas personas. Y la mano dura es ese algo.

Creo que cualquier juez sabe que, desde el momento en que una persona es mandada a la carcel, puede que fuera o no un delincuente, pero saldrá de ella siendolo. En países como Venezuela saben bien que, una vez que la cultura del crimen y la delincuencia se han instaurado, erradicarla es dificilísimo: los hijos de las nuevas generaciones crecen entre padres a los que ven recurrir a la ira, al miedo, al odio, a la pelea.
Periódicamente desde los púlpitos de FalsiMedia nos intentan convencer de que hay que incrementar las acciones punitivas, los castigos. Por ejemplo, cuando ha habido algún asesinato de esos en los que les gusta cebarse, entrevistan nada menos que a algún pariente del asesinado acerca de la conveniencia de la pena de muerte, o de la cadena perpetua y tal. Típico; a los poderosos siempre les ha gustado que los castigos sean cuanto más duros mejor. Después de todo, raramente van a ir dirigidos a ellos, parapetados tras sus legiones de abogados, sino a nosotros, los que alborotan, molestan y no saben estar en su sitio aquí abajo.
«Qué fácil es decir eso para tí. Se ve que no te han matado a nadie. Que te hagan a tí alguna gorda, a ver cómo reaccionas.» me dice a veces el exaltado de turno. «Pues en ese caso yo seré precisamente la persona menos adecuada para tomar decisiones legislativas al respecto», les respondo. Por poder ser conmovido con facilidad.

Pero déjenme que lo transcriba de alguien que lo dijo mejor que yo, que acabamos antes (a veces me pregunto para qué escribo):

"La debilidad fundamental de la violencia es que es una espiral descendente que da vida a lo mismo que quiere destruir. En vez de disminuir la maldad, la multiplica. Por medio de la violencia uno puede asesinar al mentiroso, pero no puede asesinar a la mentira ni establecer la verdad. Por medio de la violencia uno asesina al que odia, pero no asesina al odio. Devolver la violencia con violencia multiplica la violencia, suma una mayor oscuridad a una noche ya ausente de estrellas. La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad, sólo la luz puede hacerlo. El odio no puede expulsar al odio. Sólo el amor puede hacerlo".
[Dr. Martin Luther King]

En efecto, el odio está mostrando que no parece poder eliminar al odio, por mucho que parezca un camino más rápido, más fácil, más seductor. Pero para darse cuenta de ello hay que tener la mente clara. Estar tranquilo, en paz, equilibrado.

Y no querer «poner firme» al resto del mundo como venganza.



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