sábado, 16 de mayo de 2009

Empezando Tarde

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 Estamos el otro día mi buen amigo Gumersindo Amador y yo hablando del tema de los hidrocarburos. Verán ustedes, a Gumersindo me he tirado varios años, desde el 2004 si no recuerdo mal, diciéndole que el petróleo se nos iba a terminar a la sociedad humana. Y él ha estado todos esos años carcajeándose de mí, claro.
 Se llevó un buen sustillo cuando el Verano del 2008, por aquello de que el precio del barril se disparó a unos 150$ o algo así, si no recuerdo mal. Incluso ahora que su precio ha bajado notablemente noto que me mira con recelo y de reojo (al mismo tiempo; él es capaz) y de vez en cuando me indaga algo sobre el tema:

- Pues anda que no llevan años diciendo que se iba a acabar el petróleo. En la década de los 60 me han contado que ya hablaban de ello. Y en los 70 también, en plan sicótico. Y en los 80 vimos en la tele "Mad Max", la película esa en la que una sociedad sin petróleo había revertido a las cavernas, ¿recuerdas? Y aquí estamos.
- En el atasco, ¿verdad? - respondo yo socarrón.

 Como nunca ha ocurrido, ¿Por qué habría de ocurrir ahora? Creo que la materia gris de Gumersindo saca las mismas conclusiones para estos temas que toda ese gente que fuma porque lleva muchos años haciéndolo y, al fin y al cabo, aún no le ha pasado nada. Hasta que le diagnostican el cáncer de pulmón.

 La verdad es que creo que he escrito este artículo de hoy con la intención de ir preparando el escenario (léase hacerle el cuerpo a mis amables lectores) para algún día de estos, cuando reúna ganas y lucidez, hablarles del tema del petróleo, que les aseguro que se las trae, y mucho.
 Valga para ello el siguiente hilo de debate del foro de la web Crisis Energética. Como verán, contiene un relato breve del gran genio de la ciencia-ficción Isaac Asimov, en el que se nos relata una posible visión de un futuro inminente en el que el petróleo se ha transformado en un bien escaso. El relato está en su versión original en inglés y traducido al español, así que, entre claveles y rosas, cada cual se lea el que le venga en gana.
 Por si no tienen ganas de leer mucho (¿qué hacen aquí?), quisiera reseñar, en primer lugar, el hecho de que la estimación de Asimov del año 1997 para la llegada de las carencias acusadas de petróleo fue errada. Pero no me lo juzguen apresuradamente al hombre, que en primer lugar el relato se escribió décadas antes, y en segundo lugar hay más de un entendido en el tema que opina que, de no haberse producido la Revolución Islámica con su consiguiente restricción de petróleo durante algún tiempo, la fecha de finales de la década de los 90 habría estado acertada.
 En segundo lugar, quisiera llamar su atención sobre la frase final:

¿Y qué podemos hacer ahora para arreglar esto?
¿Ahora? ¿En 1997? Casi nada.
Si hubiéramos empezado hace 20 años hubiera sido otra cosa.
Si hubiéramos empezado hace 50, habría sido fácil.


 Nos hemos pasado 20, 30, 50 años tachando de agoreros a los que avisaban del riesgo con tiempo suficiente para actuar, tan sólo porque aún no había acontecido desgracia alguna.
 Parece que ahora está a punto de llegarnos la factura.

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