viernes, 27 de noviembre de 2009

Obama el Nóvel

-----


Resulta que a Barack Obama van a darle el Premio Nobel de la paz. Ya lo intentaron con su inmediato antecesor, pero parece que sonaba demasiado escandaloso, así que la operación de propaganda para el Gobierno USA tuvo que esperar un poco. No mucho, lo justo para que apareciera en su presidencia del gobierno alguien que tuviera algo de cultura, educación, se prodigara en buenas palabras, e hiciera... nada. Porque nada es, básicamente, lo que ha hecho Barack Obama por reducir la política belicista de su país, por mucho que FalsiMedia trate de vendernos la moto.
Barack Obama, un casi desconocido hasta hace bien poco, no debiera recibir, tan pronto al menos, ningún premio nobel de nada, así sea el nobel de la paz o el de danza contemporánea. Porque, como siempre he defendido, se supone que un gran premio se otorga a una trayectoria vital, a una carrera, a una constancia que pudiera servirnos de ejemplo a las demás personas que no recibimos dicho premio, y ello implica una labor de décadas, cuanto menos.
Tuvimos un ejemplo similar en la concesión al piloto de carreras de coches Fernando Alonso del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, ese premio al que tanta pompa tratan de atribuír en nuestra prensa, y del que se chotean en más de una ocasión hasta los premiados simplemente no acudiendo a recogerlo (Carl Lewis creo que dijo que había perdido el avión, y Bob Dylan ni dijo ni apareció). ¿Se imaginan ustedes que a los pocos años de premiado el tal Fernando Alonso se echa a las drogas, y se pasa el resto de sus años de vida fumando marihuana en tristes portadas de prensa rosa? Vaya un ejemplo de vida deportiva que tendríamos en el flamante premiado. Pero, claro, el momento en el que la "alonsomanía" estaba de moda era ese, así que a hacerse las fotos de rigor, que la Corona Española también tiene que hacerse su publicidad.

Pero quiero creer que aquí hay algo más que una concesión besamanos a Washington. Deseo pensar que los académicos han querido, con este premio nóbel, ayudar a Barack Obama con algo de prestigio y animarlo a que se decida de una maldita vez a poner en marcha, contra las multinacionales que lo presionan desde dentro de su mismo país, tanto como prometió durante su campaña.
Quiero creer que este premio se ha otorgado con la intención de que el mundo entero ponga sus ojos, ahora más que nunca pues ahora más que nunca la raza humana está en verdadero peligro, en un hombre que podría, aunque nada ha hecho, iniciar un cambio.
Quiero creer que con el respaldo de un Premio Nobel en la mano, Obama se atreverá a enfrentarse a los que no quieren sanidad pública, ni reducción de las guerras de invasión Made in USA, ni Derechos Humanos en un país que permite por ley la tortura.

Quiero creer que al nóvel Obama le ayudará este inadecuado Premio Nobel.


-----