sábado, 5 de septiembre de 2009

Respeto por el Cliente

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El otro día, tras sacar yo el teléfono móvil del bolsillo para responder una llamada, me dice mi buen amigo Gumersindo Amador:

- A ver si lo cambias, el móvil.
- ¿Que lo cambie? ¿Que lo cambie por qué? ¿Por una palangana? Si yo necesito el móvil. - le respondo yo extrañado.
- No, hombre, no. - se ríe él de mi ingenuidad, cosa harto fácil en mi presencia - Que lo cambies por otro.
- ¿Que lo cambie por otro? ¿Y para qué? A ver si va a ser esto como lo del despido libre ese que quieren los empresarios, aduciendo que así podrán contratar a otros trabajadores, ¿qué se pretenderá cambiando a un trabajador por otro? Para eso me quedo con el que tengo.
- Que lo cambies por otro más nuevo, que no te enteras de nada. - zanja él la cuestión.
- Ah, ya, ya entiendo... - le digo yo.

 En realidad es una forma de hablar. No acabo de entender las razones del cambio, si el que tengo me funciona bien. Gumersindo se me queda mirando, porque me conoce, y sabe que estoy a punto de seguir preguntando.

- Bueno, no, está bien, no lo entiendo ¿para qué quiero cambiarlo por uno nuevo? ¿Es que con los nuevos llamar es gratis? - le inquiero.
- No. Pero ese que llevas tiene más años que la tarara. - dice él.

 No estoy muy seguro de cuántos años tendrá la tarara esa, de hecho ni siquiera sé muy bien quién es, pero dudo que mi móvil tenga más años que esa señora (o ente, o lo que sea). Más que nada porque ni siquiera creo que pueda decirse que mi móvil tenga «años».

 El suceso me recuerda una vez que leí un artículo sobre la evolución de la televisión. Al parecer, ponía, los primeros televisores en color no salieron al mercado durante mucho tiempo porque los fabricantes consideraban un insulto al cliente que se había comprado un televisor en blanco y negro el pedirle que se comprara ahora otro en color. Incluso quien, contrariamente a los cantos de sirena que vendían con su propaganda, no se lo había comprado, ¿resultaría ahora que había hecho lo correcto, pues su espera le permitiría comprarse uno en color? Eran otros tiempos, desde luego.
 Ahora, cuando tuve una colección de películas en formato Betamax para el videoreproductor del salón, me vi obligado a comprarme uno VHS por la obsolescencia del formato; y a rehacer otra colección, claro. Pero es que luego llegó el formato DVD, y otra vez a coleccionar. Y del más reciente Bluray ese mejor ni hablar.
 Bueno, pues hete aquí que me entero de que, según se cuenta por los mentideros de internet, los 20 millones de aparatos de TDT (Televisión Digital Terrestre) esos que se ha comprado la gente en España para poder ver... lo mismo que ya veían, esto es, la televisión, resulta que no serán compatibles con no sé qué TDT Premium nuevo. Y eso que la mayoría de gente que conozco que se lo compró lo hizo hace uno o dos años, como mucho.

 ¿Seremos lo bastante tontos para comprarnos otros 20 millones de aparatos de TDT?


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