lunes, 31 de agosto de 2009

Los Perros y Yo

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 A los perros no les gusto. O algo así. Lo digo porque a menudo me ladran cuando paso cerca. Debe ser por ir solo, cosa que hago a menudo. Y es que existe, en efecto, un instinto animal (y que, por lo tanto, el hombre también tiene) de rechazo al que va solo, al expatriado, exiliado, que sabe Dios porqué este va por ahí sin compañía con lo peligroso que es eso, seguramente lo han rechazado y no lo quieren ni los suyos, o igual tiene alguna enfermedad contagiosa. Mejor que no se arrime, mostrémonos belicosos, GUAU, GUAU, GUAU. Muchos seres humanos también usan ese instinto como única guía para su toma de decisiones.
 Ya los árabes decían hace muchos siglos "No hay peor hombre que el come solo y no tiene amigos", y que conste que no cito a los árabes como ejemplo de lo del instinto animal; de hecho eran la civilización más avanzada cuando generaron esta filosofía. Más cercanos estábamos, quizá, por entonces a los animales los que, como pasaba por estos lares, creíamos que los baños debilitaban.
 Pero a mí, qué quieren que les diga, no me gusta nada. Me parece falto de educación.
 Le comento de ello, por saber qué piensa del tema el poco reflexivo sujeto de a pie, a mi buen amigo Gumersindo Amador.

- Y me parece fatal, Gumersindo. ¿Por qué te tiene que ladrar un perro? Me resulta tan molesto como si, al pasar yo cerca, me increpara con gritos, insultos o amenazas una persona. Como se me acerque, veremos a ver si no se lleva alguno una patada.
- Pero ¿qué tontería estás diciendo? ¿Cómo quieres que un perro se comporte con la educación de una persona? Si te ladra un perro, te aguantas. Vaya salidas de bombero que tienes. ¿Cuándo has visto tú a alguien que piense así? - me dice él, pretendiendo quizá que le aplique al perro lo del «No ofende quien quiere, sino quien puede».

 Gumersindo, gracias a su actitud borreguil, es una gran ayuda para entender el sentir generalizado. En efecto, creo que la gente ha aceptado durante muchos años esa situación, al menos en España, porque lo hacían los demás y nadie se quejaba. El perrazo te tumbaba en el suelo, y el dueño te decía: «Si sólo quiere jugar».
 Ciertamente, no se puede esperar de un perro educación cívica. Pero sí de su dueño, que es quien tiene que educarlo. Digo esto porque, a menudo, el propietario del can que le ordena callarse cuando te ladra al pasar, lo hace de una manera más bien tibia. Si de verdad quisiera que su perro adquiriera educación para no ladrar a los demás podría lograrlo, por ejemplo, teniendo más firmeza con él, ya que los perros son, en realidad, magníficos aprendedores. Pero el hecho de que mucha gente lleva a su perro con él para sentirse más segura me sugiere que prefieren no hacerlo, no vaya el animal a reprimirse demasiado, y ya no se muestre agresivo ni ruidoso con quien sí se tiene que mostrar, esto es, con algún posible delincuente o amenaza callejera. Como está mal visto hacerlo directamente, usan su perro como forma de avisarnos a los demás: «Si me resultas un problema, te arrepentirás».
 A costa de molestias (cuando no directamente riesgos) para los demás, el dueño del perro obtiene un beneficio. Y también me parece fatal. Y todo esto sin entrar en el tema del peligro de que el animal te muerda.
 Por ello me alegro de que la legislación obligue a los dueños, desde hace años, a llevar a sus perros con correa. Lamento mucho la pérdida de libertad para el pobre animal; créanme, sé lo que es estar muchas horas al día entre cuatro paredes y necesitar hozar al aire (llamémoslo aire aunque esté en la ciudad) libre (llamésmoslo libre aunque esto también se las trae), pero un perro, aún con toda su enorme inteligencia, se deja llevar demasiado a menudo por el instinto, más que por la razón (que también tiene, y mucha) o las deducciones.
 En todo caso, si los dueños no hubieran usado durante tanto tiempo a sus animales para pisar las libertades de los demás, quizá no hubiéramos llegado a esto.

 Pero claro, quizá si el mundo hubiera sido un lugar más seguro, no los habrían tenido que usar para eso de su defensa a ultranza.
 O, ya puestos, si el individualismo y la competitividad no estuvieran tan inoculados (grabados ya a fuego, más bien) en nosotros las personas, los propietarios de perros hubieran buscado otras soluciones no invasivas y más respetuosas para el prójimo.

 ¿Ven con qué facilidad me enredo en mis razonamientos? Me ladra un perro y ya voy camino de culpar a las multinacionales.


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sábado, 29 de agosto de 2009

Reflexiones de un Inadaptado Social - Íberos al Debate

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 Hay por la zona Sur de España, donde moro por ahora, una actitud cerril para los debates que siempre me ha llamado la atención, y sobre la que quisiera hablarles. Aunque sólo sea para que pudieran decirme que se trata exclusivamente de una peculiaridad de las gentes de aquí, y que por su zona no pasa. Trataré de enunciarla con la siguiente conversación entre mi buen amigo Gumersindo Amador y yo:

- Ya te digo, Gumersindo, los israelíes son basura. Unos canallas. Atacan a pueblos virtualmente indefensos para robarles sus tierras. - le digo yo.
- Ya será menos. Que al fin y al cabo una guerra es una guerra, y siempre hay inocentes afectados. - me responde él.
- Nada de eso. Estamos hablando de un invasor que marca con tatuajes a la población, mantiene bajo acoso de bombas ahulladoras las zonas civiles de madrugada, las bombardea brevemente por la noche y a los 20 minutos, cuando la población civil ya está huyendo de la ciudad, continúa por sorpresa el bombardeo de las carreteras por las que huyen.
- Hombre, pues claro que bombardean por sorpresa. Si te parece, la van a anunciar en su página web, la hora del bombardeo. - dice muy divertido. Acto seguido junta las manos en la boca para simular una bocina - «TUTUTUUUU... Se hace sabeeeeer... que vamos a bombardear a las 15:30.... DINDON DÍNNNN» - tras su imitación artística (bastante mala, por cierto, nunca se le ha dado bien hacer el efecto del eco) prorrumpe en ostentóreas carcajadas evidenciadoras de la claridad con la que me ha ganado el debate.

 Nótese el detalle de que teníamos diferentes subtemas que tratar: el hecho de tener un ejército que es invasor (para quien no lo sepa, los Derechos Humanos consideran la Guerra de Agresión el Supremo Crimen Internacional, esto es, que no hay ninguno por encima de él), los tatuajes a los detenidos/secuestrados como en tiempos de Hitler, el canallesco acoso sicológico de los misiles ahulladores, o los meros bombardeos a civiles. Gumersindo, sin embargo, elige y le basta hablar del hecho de que estos ataques no son bajo aviso (otros, como el bombardeo de Faluya por el ejército EEUU en Irak, sí lo fueron), porque es el que puede ganar.

 Me recordó el argumento de Donald Rumsfeld (o no sé si fue Richard Cheney, pero tanto monta) cuando le enumeraron la retahíla de torturas que hacen los EEUU a los prisioneros del campo de concentración de Guantánamo, y entre múltiples barbaridades que prefiero no describir, estaba la de tenerlos horas en posturas incómodas, como en cuclillas o de pie, que también cansa lo suyo. Él respondió: "Me paso once horas al día de pie, y se quejan porque a los detenidos (sic) los hacemos estar de pie muchas horas".

 La idea de fondo que yo veo aquí se centra en que, en los debates, mucha gente tiene bastante con discutirte uno de tus argumentos. Incluso da por sentado que ha ganado radicalmente el debate. No se paran a meditar sobre los otros: el que te han rebatido les basta para tener claro que han vencido. Todo ello, claro, sin entrar en el hecho de que ganar o perder no debiera, por sí misma, ser una cuestión de importancia en un debate.

 Esto es tan sólo una mera reflexión sobre un aspecto de nuestras actitudes al debatir. Pero me hace dudar de quien dice que hablando se entiende la gente.


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jueves, 27 de agosto de 2009

Reflexiones de un Inadaptado Social - Sabidurías de La Casa de la Pradera

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"- Yo a mis hijos les enseño que esto está bien, esto está mal y punto, fin de la historia.
- ¿No les enseñará eso a creerse cualquier cosa que les digan sin pararse a aplicar ningún pensamiento crítico?
- No me paro a pensar en eso."
 [Tira cómica de Dilbert - Scott Adams]



 Emitían antaño en España una teleserie (estadounidense, claro, ¿es que hay otras?) llamada «La Casa de la Pradera». Que, conociendo a nuestros traductores de títulos, lo mismo el nombre original en inglés era «Walter Wisconshon Planta Tomates y los Riega» o algo así, pero esa es otra historia. La serie estaba protagonizada por Michael Landon, un actor estilo purista religiosista moralista, que luego protagonizó otra teleserie en la que era un ángel (cristiano, claro, el Islam y las demás religiones no tienen Observadores de Dios) que iba por la ciudad dándonos moralinas a los demás.
 El personaje de lo de la Pradera esa le iba como anillo al dedo, porque, como era de esperar, esta no era, a mi entender, mucho más que otra teleserie de esas para «educarnos» aquí a los de abajo.
 Recuerdo una escena en la que, con sus convicciones superiores, decía:

- Cuando mis hijos viven en mi casa, hacen lo que yo les digo. Si viven por su cuenta, entonces no.

 Y se quedaba el hombre tan a gusto. Ya quisiera el Santo Job.
 En España, país cerril donde los haya, al menos desde el triúnfo del golpe de estado franquista, la sociedad tiene esto bien aprendido en su inconsciente colectivo. La Iglesia ya se encargó de ello cuando tomó el mando de la enseñanza (?) en el país, por lo que le convenía que la disciplina y las jerarquías (en las que ellos estaban arriba, claro) fueran algo considerado inamovible para cualquier español.
 No importa que los hijos no tengan forma de emanciparse, ni de tener una vivienda, ni poder ganarse la vida por trabajadores, honestos, formados y eficientes que sean. Si viven en casa, a callarse y a obedecer.

 ¿Personas de pleno derecho? No me haga reír, hombre, deje esas frases pomposas para la ONU.


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Paren de Parir

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"- Y a la Iglesia, todo esto de los anticonceptivos, ¿por qué le molesta tanto, Don Pablo?
- Pues porque quieren que tengamos muchos niños, Antonio."
 [Cuéntame Cómo Pasó - Eduardo Ladrón de Guevara]



 Esto del asueto estival, cuando uno logra sacar aunque sea un par de días para el merecido aunque nunca admitido por los demás reposo, está siéndome tela de revelador. Lo último de lo que me estoy dando cuenta es del bebercio (de "bebé", no de "beber", mi poca gracia con los juegos de palabras no debería serles una novedad, ya a estas alturas de leerme) que me circula por aquí. Circula mayormente en cochecitos de bebé, quiero decir. Con eso que en la prensa del corazón y del hígado (por la bilis) tienden a llamar "orgullosas madres" en el puente de mando del vehículo.
 Así que, era inevitable, me encuentro a unos amigos, padres (no sé muy bien si orgullosos) de uno de esos chiquitajos:

- Tiene la cabeza gorda. - siempre es lo primero que se me ocurre cuando los veo, así que se lo digo divertido, mirando al niño (o niña, que cada vez que me aventuro a tratar de acertar me equivoco, es matemático). La verdad es que son lindos los bebés, es innegable. Con la cabeza gorda, pero lindos.
- Anímate y ten tú uno, hombre. - me dice la madre. ¿O fue el padre? Tanto monta.

 Lo cierto es que estuve por decirles que, si recuerdo bien el procedimiento, me suena que primero hace falta una interfecta. Cooperante, como en las ONGs, a poder ser.
 Pero me llama más la atención la sugerencia. Supongo que por lo que me recuerda a la adolescencia, cuando todo quisque de la manada se empeñaba en que fumaras, o tomaras copas. Quiero decir: ¿y a ellos qué más les da que yo tenga prole o no? Lo mismo es que les queda algo de desazón por haberse equivocado teniendo churumbeles tal como están los tiempos, y algo al menos les consuela ver a allegados haciendo lo propio.
 Y es que creo que esta es la cuestión: fuera de los inicios, cuando la hermosa criaturita y la proximidad de su inocencia infantil resulta refrescante cual brisa de aire puro, ¿qué estamos haciendo al tener niños en esta época tan terrible?
 No faltará quien diga "pues en otras épocas estaban también muy mal las cosas, y se tenían niños, y más que ahora", argumento muy usado para referirse a la España franquista de la posguerra civil. Vaya un argumento. Antaño se tenían hijos porque no había anticonceptivos y porque lo decía Dios; y dí tú que no, que verás la que te cae. Simplemente los poderosos del mundo descubrieron hace ya mucho que si tenemos hijos somos más manipulables y manejables; que el padre que tiene hijos que alimentar estará a primera hora de la mañana en su trabajo y dará menos problemas a los de arriba, por ejemplo en forma de huelgas.

 Amables lectores, tener hijos en el mundo actual es algo tremendamente serio. Inoculados de violencia por el sistema, sus hijos empezarán a ser rebeldes y su instinto pataleara por encerrarlos durante todo el día en esa prisión en la que se están convirtiendo los colegios y, más tarde (si llega), los institutos. Como plan de contingencia, usted, agobiado por su propia vida, en la que no logra salir a flote, no pega ojo por las noches y tiene un dolor de espalda de tres pares a causa del estrés del tráfico y la desconfianza sistemática de todo el que le rodea, acabará por empezar a usar la mano dura, hábito tan íbero este, con lo cual las cosas no harán sino empeorar. Algún día el subconsciente de sus hijos deseará preguntarle: "¿Dónde estabas tú cuando otros destrozaban el mundo que me ibas a legar?". Con el tiempo posiblemente (y tristemente) sus hijos le odiarán, aunque puede que ni ellos mismos lo sepan. Y la obligación de tener que quedarse a vivir en el domicilio familiar disparará el riesgo de que las cosas se salgan de madre. ¿Acaso no hay entre mis amables lectores ningún padre que tenga la esperanza de que algún día sus hijos dejarán de pensar que es un cretino y volverá a gustarles?
 Téngalo claro, amable lector: si tiene usted hijos, estos tienen, en el mundo actual, y sobre todo en la España actual, muchas papeletas de ser profundamente infelices. Así están las cosas.

 ¿Y qué podemos hacer? Pues cambiar el mundo. Y que los niños no vengan a este nuestro planeta a enfrentarse a un cruel infierno donde están desvalidos y solos, aún rodeados de gente, aún rodeados de los que se supone que deberían ser "los suyos". Ahí es nada.

 Vaya unas soluciones que doy, ahora que me fijo.
 ¿De verdad entran ustedes a esta mi página web a leer estas perogrulladas? ¿Tan aburridos están?


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miércoles, 26 de agosto de 2009

A la SGAE Aporreando

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"El más fuerte no es nunca suficientemente fuerte para ser el amo, si no transforma la fuerza en derecho y la obediencia en deber."
 [Jean-Jacques Rousseau - Escritor y Filósofo]



 Me informo el otro día de una reciente maniobra de obtención de pruebas judiciales que la SGAE (para quien no lo sepa, Sociedad de Gestión de Derechos de Autor Española) ha hecho contra, como tienen por costumbre, un internauta de a pie (http://blog.grupoet.com/?p=54): llegan de repente a su casa, le asustan diciéndole que les manda el juzgado y que o les deja registrar la casa o acaba tras los barrotes sentado junto al asesino en serie. Nada novedoso: técnicas mafiosas y canallescas basadas en la desinformación y el miedo.
 Pero el incidente (frecuente, pero incidente) me trae a la cabeza otro tema indirectamente relacionado, que paso a relatarles.
 Hace algunos años, la web Kriptópolis avisó del intento subrepticio del gobierno español de sacar de tapadillo una ley llamada LSSI, disfrazada de «marco legal» pero básicamente dirigida a censurar internet al estilo de la Santa Inquisición, sin tener que pasar por todas esas monsergas de procedimientos judiciales. Los internautas, que molestabamos mucho, con eso de poder decir y publicar lo que nos daba la gana.
 Con el tiempo la ley se aprobó, claro. Y con ella seguimos. La aprobó uno de los dos partidos políticos esos que se turnan en el poder y la mantuvo (aunque juró y perjuró quitarla por lo más bendito) el otro cuando llegó a la poltrona; creo que es eso que se llama alternancia de poderes.
 Pero recuerdo lo que, en esos días en que los internautas descubrimos la jugada, leí en Kriptópolis referente al comportamiento que cabría esperar ahora de los medios de prensa (cito de memoria): «A los que hay que observar en estos días es a los llamados medios de prensa tradicional. Nunca como hasta ahora se distinguirán con absoluta claridad los medios libres de los esclavos». Y lo clavaron, oiga usted. Los medios esclavos montaron, casualmente esos días en que la Red española hervía de comunicaciones iracundas de los internáutas, una algarabía diciendo que hay que ver, que qué desastre esto del vacío legal de internet, que hay mucho spam, que hay mucho pedófilo, y que esto hay que controlarlo pero ya, por ejemplo, con una ley. No parecía haber ninguna necesidad aparente en el panorama informativo de que saltaran en ese momento en tromba telediarios, periódicos y radios a tratar ese tema, a no ser la de preparar (blindar) a la opinión pública contra esa movilización de los internáutas. En cuanto a «medios libres», digamos que no vi ninguno.
 Aquello me impactó lo suyo. Pónganse en perspectiva, piensen que yo por entonces aún creía que se puede medio saber lo que pasa en el mundo por la prensa; sí, barren para casa, nunca contradicen los intereses de sus anunciantes y todo eso, pero que vamos, que yo eso ya lo controlo y lo filtro. Y entonces van y todos de golpe, en respuesta a una orden de arriba, me montan un coro monocorde como el del "Es un hombre humilde y sencillo" que declaraba todo entrevistado viviente cuando le preguntaban qué opinaba del nuevo papa, el tal Ratzinger.
 En fin, que fue una revelación. Me ayudó mucho en la comprensión de hasta qué punto uno no debe hacerle ni puñetero caso a la prensa tradicional.

 Y ahora, con la SGAE pasa algo parecido: son poderosos y hacen lo que les viene en gana pasándose las leyes y el derecho por el arco del triúnfo; después de todo, una llamada al alcalde (si no más arriba) lo pone firme de momento. Como todos los poderosos, claro. Pero hay una diferencia: estos actúan en un plan más bien desquiciado. Quizá porque ven el final de su negocio, han emprendido una carrera hacia adelante en forma de ataques legales que, por mucho que ellos no se den cuenta, van dirigidos, en último término, a sus clientes. Algo así como si el de la tienda de la esquina le niega a usted el saludo por haberle visto comprando una vez en otra tienda, con lo cual usted decide no comprarle a él nunca más.
 Directos al batacazo.
 Quiero creer, por la ira que se lee por esas salas de reuniones internautas que son los foros, que cada vez más gente está viendo la luz. Y no me refiero solamente a comprender que las sociedades ("suciedades" gusta de llamarlas la comunidad internauta) de gestión de derechos de autor son unos granujas que nos chupan la sangre y viven del trabajo ajeno, manipulándonos y desinformándonos para ello a través de los medios de prensa bajo su control (o sea, todos) hasta el punto de sumirnos en una confusión y una dejadez tal, que hasta nos dejemos.
 Me refiero más bien a que casos como este, tan escandalosos, sirvan para entender que todos los poderosos del mundo hacen exáctamente lo mismo. Que nos lleven a darnos cuenta de hasta qué punto, con el Sistema actual, los ciudadanos somos esclavos y el verdadero poder está en manos de unos pocos, muy pocos, que se saltan las leyes cuando quieren.

 A la SGAE se les ve el plumero. Los demás no es que sean mejores. Es que se les ve menos.



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domingo, 23 de agosto de 2009

Nuestros Hábitats Urbanos

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 Estando recientemente de asueto veraniego, hube de salir de manera más bien imprevista del piso donde ozaba y, como faena no falta, también laboraba. Digamos que la madriguera se volvía un tanto insufrible. Si me entienden, me alegro, y si no, pues mejor no pregunten.
 El caso es que, no procediendo ir a ninguna otra parte, decidí dar un paseo (léase vagar) por la zona: una franja costera tomada por las urbanizaciones de, prácticamente, exclusivo uso para vacaciones.
 Lo primero que pude concluír es que, como en los grandes almacenes, raro es encontrar un maldito sitio donde sentarse un rato. Ni en urbanizaciones, ni en piscinas, ni en la playa, y prácticamente los únicos bancos, notablemente separados entre ellos, han sido puestos por el ayuntamiento, quizá por tradicionalismo. O sea, tal que si estuviera pensado el ambiente como zona de paso, más que como lugar para una cómoda estancia.
 Lo segundo que me llamó la atención es lo valladas, cercadas, cerradas y acarteladas ("Urbanización Privada. No Pasar.") que están las urbanizaciones con sus jardines, pistas de tenis y piscinas. En efecto, hemos convertido nuestras casas en fortalezas.

 Todo ello son muestras de lo difícil que estamos haciendo el encuentro social, al quitarle a las calles los posibles lugares para ello.
 Y, pensándolo bien, tal como entendemos ya la vida los encuentros nos llevarían a trifulcas. Cómo empecé la mañana es un ejemplo. Es casi mejor así, porque si no hay encuentro, se dificultan las siempre escalables rencillas.

 Hasta que necesitemos encontrarnos porque no haya otra para sobrevivir, y veamos que no sabemos, en realidad, hacerlo. 


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La Predicción que Tú Quieras, Guapo

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"- ¿Cree en los ovnis, la proyección astral, la telepatía mental, la percepción extrasensorial, la clarividencia, la fotografía de espíritus, el movimiento telequinético, los medios de trance total, el monstruo del Lago Ness y la teoría de la Atlántida?
- Euh... si me pagan el semanal con regularidad, creeré en lo que usted quiera."
 [Los Cazafantasmas - Columbia Pictures]



 Estoy en casa de mi buen amigo Gumersindo Amador y, como hace a menudo, le da por poner la tele, así que me marcho a otra habitación, a leer con mi PDA u ordenador de mano (son fantásticos para leer, se lo aseguro). Al poco rato, acabado el telediario (Gumersindo es de los de «Yo tampoco veo tele. Las noticias, nada más», creyéndose que ya por eso no lo engañan, al muy iluso), me viene con aire ufano:

- Ya se sabe con exactitud cuánto tiempo nos queda de petróleo: 81 años exáctamente. Justos y contados.

 Y se me queda tan a gusto, el hombre. El gesto ufano lo trae porque lleva desde que le dije que el petróleo se nos está acabando queriendo desmentírmelo. O más bien queriendo, con su algo de canguelo, que no sea cierto.
 A mí esto me recuerda a cuando los del Vaticano predijeron, hace siglos, que, descontando fechas a partir de su biblia esa, podía afirmarse que el mundo había sido creado en una fecha de unos cuatro mil años antes de Cristo pero que ellos precisaron hasta el año, mes, día, y hora exacta. Y di tú que no, que verás el fire-show que te montan.
 Analizando un poco el tema con algo de frialdad, observo tres detalles principales. Primero: que la mayoría de países no parece que estén dando sus estimaciones verídicas de reservas petrolíferas. Esto es válido tanto para los que las tienen en yacimientos, como para los que las tienen en barriles. Es, sencillamente, un tema demasiado serio y hay demasiado en juego como para hacerlo. No por nada se califican de «Reservas Estratégicas» al petróleo que tienen algunos países guardado para casos de aislamiento internacional. Que, por cierto, se dice por los mentideros de internet que en el caso de la todopoderosa USA no superan las 3-4 semanas; así que imagínense lo que tenemos los demás.
 En segundo lugar, que, tal como está de turbulento el mundo, aquí el que se puede decir que está haciendo el indio es el que hace predicciones. Los datos de base son demasiados y demasiado variables como para poder predecir nada a unos pocos meses vista, no digamos a años o décadas. ¿Y si se inician guerras que disparen el consumo (pocas cosas hay tan derrochadoras de recursos como el material bélico)? ¿Y si los indígenas de las zonas con yacimientos logran impedir su extracción, por la hecatombe ecológica que hacen tanto extracciones como refinado del líquido elemento negro?
 Pero tercero, y más importante, nos estamos olvidando de que el encorbatado de turno que hace su afirmación predictoria exactísima, responde y obedece a unos intereses que no son ni altruístas ni, menos aún, los de la sociedad. Ya se sabe: quien paga manda. Y a las multinacionales, verdaderas dueñas del mundo, parece que les interesa, al menos por ahora, tanto que no cunda el pánico, como que haya incertidumbre sobre el tema del agotamiento del petróleo; por estas razones propagan estimaciones de durabilidad que varían de un día para otro, pero que en general son más bien calmantes de aquí el ganado. «Yo eso ya no lo veré», dice el que tiene hijos, olvidándose añadir «vaya mundo que dejaremos a los que se queden».

 Me permito sugerir a mis amables lectores que, caso de querer informarse del tema, se fíen muy poco de FalsiMedia e incluso de la AIE (Agencia Internacional de la Energía, bajo el control de los poderosos) y un tanto más de AEREN (Asociación para el Estudio de los Recursos Energéticos) y de ASPO (Asociación para el Estudio del Cénit del Petróleo).
 Si eligen, Dios lo quiera, la red, les aconsejo el sitio web de Crisis Energética.

 Pero, si lo prefieren, pueden seguir viendo por la tele a los que creen, con toda vehemencia, en los que les pagan con regularidad.


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viernes, 21 de agosto de 2009

Matones y Multas

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 Conozco a cierta persona que cometió el error de tener tratos con un matón a sueldo. No, no voy a hablar de EEUU ni de George W. Bush, tranquilos. Esta vez se trata de un matón de verdad, de los que pegan palizas por encargo, a cambio de un beneficio económico; que es su trabajo, vamos. Mi conocido hizo un trabajo para él, y el matón se ofreció a pagarle con un coche de lujo que le habían regalado recientemente como pago de sus «mataduras»:

- Mira, mi coche vale unos 100.000EUR. Como te debo 10.000EUR, hacemos lo siguiente: te quedas con el coche, consideramos saldada mi deuda contigo y sólo me tienes que pagar 70.000EUR. Es decir, que es como si te hubiera pagado en realidad 30.000EUR. Sales ganando. - dijo el matón.
- Pero yo no tengo ahora 70.000EUR para pagartelos.
- Nada, hombre, tú tranquilo, que ya me los irás pagando sin prisa. - le tranquilizó muy amistoso el matón. Normalmente cuando un matón se ve amistoso, malo.

 El caso es que los cantos de sirena funcionaron y el pobre ingenuo, seducido por el vistoso automóvil, aceptó el trato.Y con el tiempo se vio que «tranquilo» era lo último que debía estar. Porque el matón, cada vez que le hacía falta liquidez, lo que era con mucha frecuencia, venía a verlo y pedirle dinero. Y tener a un matón pidiéndote dinero sin duda no es nada agradable. Digamos que el entrampado (y honrado) hombre se vio trabajando a destajo para reunir dinero y poder pagar la próxima visita del poco amanerado sujeto con el que se había, en cierto modo, casado.

 Cuento esto a santo de que recientemente me ha llegado una multa de tráfico por exceso de velocidad. Nada del otro mundo, no es que yo sea un Fitipaldi; ha sido por circular a poco más de ciento veinte en tramo de autovía limitado a cien. De esas que saca una foto la cámara o el radar automatizado preparados a tal efecto. Supongo que nos ocurre a casi todos en alguna que otra ocasión.
 Pero es que precisamente esta es la cuestión. Verán ustedes, yo he pasado centenares de veces por el tramo de la multa a esa velocidad o a velocidades incluso mayores, y parece que ni el radar me ha considerado que circulara demasiado rápido, ni la cámara me ha visto fotogénico como para retratarme. ¿A que también les ha pasado a ustedes? «Oh, bueno, es que esto es como los resfriados, va un poco a suertes, unas veces te toca y otras no», habrá quien me responda.
 Veamos otro caso: no es raro escuchar en conversaciones de conductores cómo son multitud las zonas de carretera donde prácticamente nadie respeta las limitaciones de velocidad, si acaso algún turista de algún país nórdico, que se cuenta que son civilizados. Todos tenemos demasiada prisa en nuestro quehacer diario; me cuesta imaginar a muchos trabajadores en su apretada jornada laboral conduciendo con la calma que imponen las señales de tráfico. Incluso conozco más de una zona en la que si uno respetara las limitaciones de velocidad pudiera causar un accidente, por lo inesperado que resultaría para los otros conductores.
 Quiero decir con esto que aquí quien más quien menos, la mayoría somos susceptibles de ser multados conduciendo, al menos por exceso de velocidad. Y, aquí yo en mi malicia, creo que nos pillan, sólo que se lo callan. Si, por ejemplo, nos quedamos sólo con los casos de quienes son pillados in fraganti por los radares, sin duda muchas posibles multas son descartadas, en la Delegación de Tráfico o en donde sea; nos las perdonan, digamos. ¿Y qué patrón siguen para decidir qué multas nos perdonan? Uno de ellos pudiera ser la periodicidad: a este le perdonamos, que ya le cayó una multa hace seis meses. Otro patrón para subir o bajar el listón también pudiera ser la necesidad recaudatoria de los estamentos gobernantes: necesitamos más dinero, así que a subir la frecuencia de multas.
 Llámenme malpensado, pero tengo mis razones para cavilar así. Después de todo, mientras el sistema actual se base en la menos ecológica automoción en lugar de el transporte público, y en la también menos ecológica alta movilidad de los trabajadores y mercancías en lugar de en una producción más local, necesitamos el automóvil por obligación. Podría decirse que nos tienen, pues, atrapados.

 Más o menos como el matón.

 O eso, o que yo estoy rabioso porque me han puesto una multa, que es más simple.
 Discúlpenme. Tengo que ir a pagar mi multa.


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miércoles, 19 de agosto de 2009

Traducciones Varias - Significados

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- "¡Bueno es que quiera darme vuestra merced a entender que todo aquello que estos buenos libros dicen sea disparates y mentiras, estando impreso con licencia de los señores del Consejo Real, como si ellos fueran gente que habían de dejar imprimir tanta mentira junta, y tantas batallas y tantos encantamentos que quitan el juicio!"
+ Significa en realidad: "Que no. Que lo ha dicho la tele."

- "Si fuera cierto que los alimentos lácteos contienen componentes que tienen un comparativamente elevado riesgo de iniciar procesos de carcinogénesis en el organismo humano, es evidente que una información de tal importancia hubiera trascendido."
+ Significa en realidad: "Lo hubiera dicho la tele."

- "Concienciación de la Sociedad."
+ Significa en realidad: "Os vamos a dar la tabarra acerca de este tema por la tele hasta que os salga por las orejas."

- "Nuestras cámaras han podido acceder a ..."
+ Significa en realidad: "Presten atención, que el circo que les vamos a ofrecer a continuación es un montaje hecho exclusivamente para inducirles una cierta opinión cuando ustedes lo vean en el telediario."

- [Un currante a otro]: "Qué bien vives."
+ Significa en realidad: "Tú recoges menos algodón que yo de la plantación del Señorito."

- "Nombraremos una comisión que lo investigue/estudie/analice."
+ Significa en realidad: "No os vais a enterar absolutamente de nada." / "Mareemos la perdiz, a ver si se les olvida este tema."


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martes, 18 de agosto de 2009

Las Nucleares y Yo

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" -Pero si poseen la energía termonuclear,¿dónde realizan las pruebas y las explosiones? 
-En su propio planeta, señor. 
Naron se irguió en sus seis metros de estatura y tronó: 
-¿En su propio planeta? 
-Sí, señor. 
 Con gesto pausado, Naron sacó la pluma y tachó con una raya la última anotación en el libro pequeño. Era un hecho sin precedentes; pero es que Naron era muy sabio y capaz de ver lo inevitable como nadie en la galaxia.
-¡Asnos estúpidos!- murmuró."
 [Isaac Asimov - Relato corto titulado "Asnos Estúpidos"]



 Mi buen amigo Gumersindo Amador y yo estamos hablando el otro día:

- Hay que ver la que se traen los ecologistas pesados estos, oye. Ahora están con el tema de las nucleares. - me dice.
- ¿Qué es lo que reivindican? - le pregunto, ya sabiendo la respuesta.
- Pues lo de siempre, que se cierren las centrales nucleares. - en realidad no siempre reivindican eso, pero bueno. Mis pacientes lectores saben que Gumersindo prefiere no complicarse mucho a la hora de hacer afirmaciones - Querrán que volvamos a talar leña del monte para obtener energía. O al molino de agua aquel del Medioevo. - me responde él. Yo prefiero no decirle que raro es el monte en el planeta en el que no se está ya talando leña, y pocas cuencas fluviales quedan, por ejemplo en España (menos del 10%, creo recordar), sin aprovechar para energía hidráulica. Es que lo veo lanzándose, así que lo dejo seguir. Además, el meollo de la cuestión es otro, así que espero que lo saque. - Total, porque una vez hubo un accidente nuclear, por ahí, - hace un gesto vago de distancia con la mano - hay que ver la que arman.

 El eufemismo se refiere a Chernobil, para quien no lo sepa. Digo eufemismo porque es un poco como lo que pasó en la película "Aliens. El Octavo Pasajero" con Ash, el androide de la nave espacial, que según la corporación que lo fabricó "tuvo un mal funcionamiento". Casi mata, entre unas cosas y otras, a toda la tripulación, fue su pequeño fallo de funcionamiento. Pero volvamos a Gumersindo, que, como hace cuando cree que está hilando un buen discurso, va ya a toda pastilla:

- ¿No ven que tenemos que vivir primero las personas, y después ya nos cuidaremos de los pajaritos y los zorros silvestres? - no hay zorros domésticos, me parece, pero aquí ya mejor ni entro, que luego me dice que parezco la Wikipedia de tanto corregirle.

 El caso de Gumersindo es paradigmático, pues en realidad mucha es la gente que no conoce del tremendo y aterrador peligro que supone el uso de la energía nuclear, tal es la desinformación a la que les han sometido los medios de prensa tradicionales, bajo el total y absoluto control de los poderosos del mundo (que son, mire usted qué cosa, los dueños de esas centrales nucleares).
 Siguen a continuación, de manera resumida, mis razones para la no proliferación nuclear, o cuanto menos para su uso comedido y mucho más mesurado del que se hace hoy día.

 La energía nuclear, pese a ser muy eficiente, no es portable, como sí lo es, por ejemplo, el petróleo. Nunca tendremos, parece, un automóvil alimentado con su pequeño reactor nuclear; eso dejémoslo para el Delorean de "Regreso al Futuro". Así pues, la energía nuclear tan sólo alimentará, básicamente, nuestras redes eléctricas. De modo que no se traguen el cuento de panacea energética definitiva que nos quieren vender.
 La energía nuclear requiere de una enorme inversión y años de puesta en marcha para cada central nuclear. No es tan sencillo afirmar que esa inversión se amortice.
 La energía nuclear genera residuos. Residuos de lo que me atrevo a clasificar como toxicidad suprema: dañan a los seres vivos por inhalación o por proximidad. Algunos de ellos durante miles de años. Y son, que nosotros sepamos, virtualmente imposibles de limpiar o eliminar; incluso se introducen en la cadena trófica con insultante facilidad: contaminan la hierba, que se la come la vaca, y ya tenemos leche contaminada en la mesa. Aún no existe solución viable para dichos residuos, por mucho que FalsiMedia se empeñe en que sí. Aparte de enterrarlos, claro. Oh, y vigilarlos durante... miles de años. No vaya un gracioso a desenterrarlos.
 La energía nuclear se genera en centrales nucleares que están sujetas a fallos. Personalmente me creo la opinión de los expertos en estos temas que cifran en una probabilidad entre mil por año de accidente nuclear tipo Chernobil. Demasiado para que la raza humana se lo pueda permitir; recuerden: radioactividad liberada a la atmósfera se quedará ahí durante miles de años. Y el hecho de que estas centrales nucleares sean privatizadas no nos ofrece mejores perspectivas, la verdad. ¿Acaso la empresa privada no hace chapuzas, incluso mayores?
 La energía nuclear tiene, entre sus subproductos, las armas nucleares. A los militares les encantan. A los que tenemos algo de humanidad y nos hemos informado de lo que hacen nos generan temblores. Quiero decir antes de que las usen contra nosotros. ¿Tiene la raza dominante del planeta la madurez necesaria para poseer unas armas que, a largo plazo, dañan tanto a atacante como a atacado? Bertrand Russell y Albert Einstein, en su Manifiesto a Naciones Unidas, dijeron al respecto: 

"He aquí el problema que les presentamos, duro, temible, y del que es imposible escapar: ¿debemos poner fin a la raza humana o debe la humanidad renunciar a la guerra?"

 Quizá debieramos, como en el relato de Asimov, esperar a tener una estación espacial lo bastante desarrollada para investigar la energía nuclear.

 ¿Cómo, entonces, vamos a "vivir las personas" sin la energía nuclear? Pues con esquemas más sensatos de ahorro energético (y de ahorro de recursos, pues vienen a ser casi lo mismo): En vez de tener en la empresa el sacapuntas automático (eléctrico) para los lápices usemos el de manivela. Los frikys de la informática que se apañen sin sus mega-tarjetas gráficas para mover mejor sus animaciones en 3D, que ya me parece que van por 1.500 Watios las fuentes de alimentación de los ordenadores (toma ya, lo mismo que un aparato de aire acondicionado. ¿Quién dijo que el ordenata gastaba lo mismo que una bombilla?). La iluminacion de Navidad de la ciudad, destinada básicamente a disparar el consumismo (compras navideñas y turismo), nos la ahorramos. Las de otras fiestas varias también. Procuramos vivir de día y dormir de noche, que, oh sorpresa, resulta que no sólo es un ahorro de electricidad, sino que hasta es mejor para nuestra salud. Y así mil cosas. Mil una, como quien dice.

 A continuación les dejo un par de lecturas interesantes para aquellos de mis amables lectores que quieran ampliar información:

El camión sin frenos - Porqué estalló Chernobyl (2006-04-21): «Y no pasa nada. ¡Nada!». Interesantes detalles sobre cómo afrontó un gobierno incompetente, inepto y cerrado de mollera un gran desastre ecológico como el de Chernobil. Aquí en España tuvimos un ejemplo parecido de actuación política burra con el gobierno de Ánsar cuando lo del Prestige, ¿se acuerdan?

Energía nuclear - La democracia y el desastre (2008-09-23): una descripción de porqué los reactores nucleares son peligrosos en una sociedad que no tiene democracias más que en apariencia, y en la que los intereses económicos o militares priman sobre la salud de las personas.

La Coña de Garoña (documento PDF): Pedro Prieto, vicepresidente de AEREN, analiza los 10 puntos a favor de la energía nuclear presentados por el foro "Yo Soy Nuclear". De lectura recomendada para rebatir a sus desinformados amiguetes, que de ver el telediario ya creen saber todo lo que se necesita sobre las Nucleares.
 
- "Asnos Estúpidos" completo: El siempre pedagógico Maestro Asimov ejemplifica en este su relato corto nuestra insensatez con el tema. Como suele ocurrir con sus palabras, tanto hoy, como cuando las escribió hace décadas, siguen siendo perfectamente válidas.


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Explicación para Torpes Escrita por un Torpe - Qué Está Pasando en Honduras

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"Si quieres ver una imagen del futuro, imagina una bota golpeando un rostro humano... para siempre."
  [George Orwell - Escritor]


"Un rasgo quizá no colectivo, pero sí bastante común en la gente francesa es el convencimiento de que las libertades públicas y los derechos sociales existen porque los propios ciudadanos presentes y sus ancestros, generación tras generación, los han conquistado y mantenido en un duro y constante tira y afloja con los aspirantes a dueños exclusivos del poder. De lo cual extraen la creencia de que, si no defienden ellos mismos esas adquisiciones, no las defiende nadie."
 [Javier Ortiz - Periodista Español]




 ¿Qué está pasando en Honduras (ya saben, los del «¡Viva Honduras!»)?
 Que los EEUU de América, ¡oh sorpresa!, están dando un golpe de estado. Lo dan los militares de allí, pero con su ayuda, bajo sus auspicios, y cuando no órdenes directas de Washington. Nuestra prensa ya se encarga de encubrirlo y contarnos que lo que pasa es que en "esos países" siempre están liados y no saben vivir en paz. Oh, y los intentos de no llamarlo golpe de estado al principio han sido unánimes. ¿Queda alguien que aún crea que la prensa no está coordinadamente bajo control de los poderosos del mundo?

 ¿Por qué querría EEUU dar un golpe de estado en Honduras?
 Básicamente por las mismas razones por las que lleva décadas dándolos en el resto de latinoamérica: para imponer gobernantes afines a sus intereses. Zelaya, actual presidente electo, estaba empezando a hacer cosas que a ellos no les gustaban, léase preocuparse un poco de combatir la pobreza y compartir la riqueza del país, en lugar de dejarla en manos de las multinacionales made in USA. Así mismo sirve de aviso a otros países de la zona, que están empezando a unirse entre ellos frente al enemigo común del Norte. Por ello el Lunes 20 de Julio un portavoz gubernamental en Washington declaró que no consideran golpe de estado lo ocurrido en Honduras y que Zelaya "debería aprender la lección".

 ¿Seguro que han sido ellos?
 Pues usted me dirá: el Centro de Mando de la Fuerza Aérea del Ejército de Honduras está en una base militar estadounidense. Y al ejército de Honduras en general lo han adiestrado ellos. Por no citar que son los únicos que no han retirado a su embajador del país. Abra usted los ojos, amable lector: allí no se mueve un fusil sin que lo ordenen los gringos.

 ¿Y ahora qué va a pasar?
 Pues sabe Dios. Los EEUU hacen todo lo posible para marear la perdiz a ver si el pueblo se cansa y se rinde, porque no paran de manifestarse (pacíficamente, ténganlo claro) en las calles pidiendo la vuelta de su presidente electo. Mientras tanto, el ejército cafre de allí los mata, apaliza y tortura a destajo. Y por una vez, al menos por una vez, cualquier ciudadano de a pie con la inteligencia suficiente para caminar y respirar a la vez (televidentes incluídos) se ha dado cuenta de quiénes son los malos de la película. Bueno, salvo alguna excepción, claro, que ya se sabe, hay gente para todo (posible efecto secundario de la visita por la bodega de vinos). A ver qué montaje hacen ahora en la tele para convencernos de que el gobierno golpista es el que tiene que quedarse.

 Y todo esto ¿a mí qué me importa?
 Todo esto es de suma importancia, amable lector. Aunque usted fuera inhumano y le trajeran sin cuidado las muertes del golpismo, este asunto le incumbe, y mucho. Porque la llegada a buen puerto de este golpe de estado podría ser un paso en la aceptación (inconsciente, quizá) por parte de la sociedad de que los poderosos hacen con nosotros lo que quieren y no podemos hacer nada para evitarlo. Podría «educarnos» aún más en el callar y obedecer frente a las injusticias. Podría facilitarles a los poderosos gobernar con el brazo fuerte de las armas sin que pataleemos. En España esto fue especialmente paradigmático con la intervención en la guerra de agresión a Irak: las inmensas manifestaciones (las más grandes habidas nunca en el país) en contra no bastaron, así que en el imaginario colectivo quedó la idea de que no sirvió de nada. Ahora mírennos: estamos participando en tantas guerras de agresión, que el pueblo ni siquiera podría enumerar dónde están nuestras tropas. Y aquí no pasa nada, nada.


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domingo, 16 de agosto de 2009

Apologías del Absurdo - El Empleo para Más Adelante

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 Declaraciones del ministro de turno del Gobierno Español (no he oído bien el nombre, se me ha escapado, pero este se entera quién soy yo para la próxima gansada que le pille):

"El empleo en España se recuperará más tarde que la Economía"

 Tras decirlo creo que hizo como el Dios ese, que descansó.
 Cosa que no se puede decir que haya hecho yo, no. Porque le llevo dando a la declaración tantas vueltas como hice la vez que me encontré un cartel en un aserradero de carretera que afirmaba vender "Leña Ecológica". ¿Cómo se puede vender leña ecológica? ¿Y no será, ya puestos, toda la leña ecológica, por ser de cultivo natural o algo así? O al reves, dado que consume recursos no renovables, ¿no será toda la leña antiecológica? El que escribe algo así ¿tendrá claro lo que es ser ecológico? Incluso ¿tendrá claro lo que es la leña?
 Del mismo modo, desde mi escaso conocimiento de esto de la Economía, me planteo: ¿cómo se puede recuperar la Economía sin que se recupere el empleo? ¿Quién trabaja aquí entonces para hacer las cosas, los androides de las novelas de Isaac Asimov? ¿No van más bien parejos los dos conceptos en su desarrollo? Quien dice algo así ¿tiene claro lo que es la Economía? Y, ya puestos, quien escribe algo así ¿tiene claro lo que es el empleo?

 Rumiando, rumiando, a mi mala uva característica se le ocurre otra posibilidad: los de arriba pretenden que el pueblo bajo, que es tonto y no se entera de nada, no alborote cuando los políticos destinen partidas de cantidades bestiales de nuestro dinero para dárselas a las multinacionales con el cuento de que eso mejorará "La Economía" aunque no la vida del ciudadano de a pie; vamos, que trabajo no vas a tener, Perico, pero que tú tranquilo que esto que estamos haciendo sirve, confi, tío.
 "Es que el empleo se recuperará después. Ahora estamos recuperando la Economía. Haga el favor de no molestar."


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viernes, 14 de agosto de 2009

Explicación para Torpes Escrita por un Torpe - Los Préstamos con Intereses y su Efecto Destructivo

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"El capital debe protegerse a sí mismo de todas las maneras posibles, por combinación y legislación. Las deudas se deben exigir, los bonos e hipotecas deben exigirse lo más rápido posible. Cuando, por los procesos de la ley, la gente pierda sus hogares, se volverán más dóciles y se gobernará más fácilmente con la influencia del brazo fuerte del gobierno, aplicado por una potencia central monetaria bajo el control de los principales financistas.
Esta verdad es bien conocida entre nuestros principales hombres ahora empeñados en formar un imperio financiero para gobernar el mundo.
Dividiendo a los votantes a través del sistema político partidario, podemos hacer que pierdan su energía en luchar sobre cuestiones sin importancia real. Así, mediante acciones discretas podemos asegurar para nosotros lo que ha sido tan bien planeado y tan exitosamente ejecutado."
 [Revista del banquero de los E.E.U.U. del 25 de agosto 1924]

"Los pocos que pueden entender el sistema (cheques y créditos) estarán tan interesados en sus beneficios, o serán tan dependientes de sus favores, que no habrá oposición por parte de ese grupo. Mientras que, por otra parte, la gran cantidad de gente mentalmente incapaz de comprender la enorme ventaja que el capital deriva [N. del T: obtiene o roba] del sistema, llevará sus cargas sin queja y quizás sin incluso sospechar que el sistema es hostil (que hace daño) a sus intereses."
 [Extracto de una carta escrita por Rothschild Brothers de Londres a una firma de banqueros de Nueva York el 25 de junio de 1863]

"Pienso que las entidades bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que todos los ejercitos listos para el combate. Si el pueblo estadounidense permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos privados, y todas las entidades que florecerán en torno a ellos, privarán a los ciudadanos de lo que les pertenece, primero con la inflación y más tarde con la recesión, hasta que sus hijos se despierten, sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron."
 [Extracto de una carta que Thomas Jefferson, tercer Presidente USA, envió en 1802 a Albert Gallatin, entonces Secretario del Tesoro]

"La batalla que se ha filtrado bajo los siglos y que tendrá que ser luchada más pronto o más tarde es la de la gente vs. los Bancos."
 [Lord Acton - Lord Jefe de Justicia de Inglaterra - 1875]

"usura. (Del lat. usūra):
1. f. Interés que se lleva por el dinero o el género en el contrato de mutuo o préstamo."
 [Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española]



- Bueno, venga ya, ¿quieres ponerte un sombrero de copa, también, para darle más realismo a la cosa?

 El que había hablado era mi buen amigo Gumersindo Amador. Estaba sentado en una mesa junto a mí y otro amigo nuestro, llamado Godofredo, que llevaba unos auriculares en las orejas y escuchaba "el partido" (como no entiendo mucho de estas cosas, yo no sé si cuando alguien escucha "el partido" se trata siempre del mismo partido, pero prefería no preguntar). Se suponía que íbamos a hacer un experimento de economía, nada menos. O más bien un experimento para torpes, a ver si así lograba yo entender el tema de los créditos fiduciarios.

- Tú deja, Gumersindo, que esto puede seros formativo. Bueno, serte - dije yo mirando a Godofredo, que parecía un poco como en trance.

 Habíamos traído a Godofredo porque yo estimé que dos jugadores pudiera ser poco para representar el "universo de población". Él se había prestado a ello si le dejábamos llevar los auriculares esos, que decía que eran un modelo de no sé qué tecnología de cancelación de ruido ambiente que te aisla aún más del mundo exterior. En cuanto a Gumersindo, había venido más que nada porque, en su fuero interno, sabe que no es la primera vez que le enseño algo aunque de partida parezca que estoy haciendo alguna cosa rara. De hecho, tengo que confesar que, en un primer vistazo, yo casi siempre parezco estar haciendo o estar hablando de alguna cosa rara. Así que cuando le dije de jugar al Monopoly no se extrañó mucho que digamos.
 En realidad al Monopoly siempre habíamos jugado sentados en el suelo, pero ya se sabe, los años no perdonan y la espalda se queja, así que a la mesa tocaba. Comencé a repartir el dinero inicial, sacándolo de la caja ("la banca", supongo que procedía llamarla, un nombre muy apropiado, me pareció).

- Bien, - dije yo - como de partida los jugadores no tenemos ni un dólar, pues la banca nos hace un préstamo inicial de crédito al diez por ciento anual, de mil dólares a cada uno, y que el año sean doce turnos de juego, así que al primer año habrá que devolver 1100, o como te esperes al segundo, pues peor para tí, porque serán 1200 los que tendrás que devolver, y así ¿de acuerdo?
- Sí, de acuerdo. - dijo Gumersindo. Me pareció que ya se me impacientaba. Pues empezábamos bien.

 Godofredo no dijo ni mu. Estaba con la mirada perdida, así que me atuve a lo del "quien calla otorga", y nos dí 1000 dólares ($) a cada uno, que saqué, claro, de la banca. Godofredo miró el fajo de billetes cuando se lo pusimos delante, y lo dejó en la mesa sin tocarlo.
 Y nos pusimos a jugar, como cuando niños. Verán ustedes, para quien no sepa muy bien cómo va el Monopoly, básteles saber que uno tira sus dados para avanzar por el tablero y, en función de las casillas en las que caiga la ficha, unos jugadores ganan dinero de otros (dinero que han de pagarles los otros), y también ganan (de la banca) o pierden, pero de manera más o menos aleatoria: que si uno cae en la carcel, a pagar 5$ (a la banca), que si cae en una cartita de esas que le dan una herencia, gana 3$ (de la banca), etc. 
 A Godofredo, claro, le tirábamos los dados nosotros, le movíamos la ficha y le manejábamos el dinero, mientras él ni se inmutaba. Seguro que no tiene nada que ver, pero me acordé en aquel momento de que Godofredo estaba casado. Al menos no daba problemas, que ya les contaré otro día de un amigo de Gumersindo que de niño esnifaba pegamento y quemaba gasolina en su habitación, ya.
 De modo que el estado inicial de la cosa dineraria era:

Yo: 1.000$
Gumersindo: 1.000$
Godofredo: 1.000$
Total: 3.000$

 Pero hete aquí que al año de juego (12 turnos, ya saben), Gumersindo, que en realidad cuando deja de pensar con las emociones (o sea, cuando piensa) de tonto no tiene un pelo, se dio cuenta de algo interesante:

- Pero vamos a ver, esto está mal.
- ¿Qué es lo que está mal? - dije yo.
- !UY¡ - habló, por primera vez, Godofredo.

 Ambos lo miramos.

- Casi entra. - nos dijo sonriente. Se trataba de algo de "el partido". Ya decía yo.
- Seguro que usa los auriculares esos con tecnología de cancelación de sonido ambiental para no oír a su mujer, en casa. - dije yo maliciosamente. - Pero ¿qué me decías, Gumersindo?
- Que aquí hay trampa. - continuó Gumersindo, volviendo a lo nuestro.

 El estado del evento moneteril era:

Yo: 1.050$
Gumersindo: 980$
Godofredo: 1.030$
Total: 3.060$

- ¿Trampa? ¿Cómo que trampa? No empecemos, ¿eh? - dije yo. Gumersindo de niños siempre me decía que yo hacía trampa cuando jugábamos a los juegos, así que tuve un repentino "déja vu", sea lo que sea eso.
- Que no, que no digo eso, - respondió él, intuyendo mi "déja vu", aunque tampoco sabía lo que era eso - que digo que aquí en «un año» no hemos ganado bastante dinero como para devolver los 1.100$ por cabeza que tenemos que devolver cada uno. Yo creí que para estas alturas ya tendría yo 1.500$ por lo menos, y así devolvía el préstamo de la banca esa, y me quedaba con 400$. Pero es que ni quedándome con una mano alante y otra atrás. No me llega.
- Bueno, si quieres jugamos otro año más.
- Sí, hombre, que te lo has creído.
- O dos. O tres. - insistí yo.
- Tururú - se cerró en banda él - que cada año que pasa hay que devolver más. Que has empezado mal. Que ya he hecho yo cuentas y he visto la trampa.
- Bueno, ¿y cuál es la trampa? - dije yo.
- Pues muy fácil: que los préstamos son a un interés del diez por ciento, y los jugadores aquí no incrementamos nuestra riqueza total en diez por ciento, sino en mucho menos. Eso si es que la incrementamos, que tampoco me ha quedado claro.
- ¡GOL! - dijo Godofredo. Pero lo dijo como quien dice "Me han diagnosticado un cáncer de omóplato". Yo creía que los goles esos se decían con alegría.

 A continuación el experimento científico se interrumpió un poco, mientras Gumersindo se interesaba por el asunto del gol ese. Yo me enteré del tema en función de la atención que presté, así que poca cosa. Al menos aproveché el cambio de temática para que siguiéramos con lo nuestro, y probáramos un par de años de juego más, a ver qué pasaba.
 En tres años más, o sea, cuatro años desde que empezamos, la cosa estaba así:

Yo: 1.430$
Gumersindo: 870$
Godofredo: 1.140$
Total: 3.440$

 Gumersindo estaba ya que echaba chispas. Yo que lo conozco sé que era por ir el último, pero él, empeñado en demostrar que la cosa era un timo, me salió con otra lección de economía:

- Pero si es que mira: el mundo de juego tiene 3.000$ iniciales sumando lo que tenemos los tres, y al año hay que devolver 3.300$. Entre todos, claro. - dijo acalorado.
- ¿Y qué? - dije yo.
- Pues que no llegamos a 3.300$ entre los tres. La riqueza del mundo de juego, o sea, la nuestra, no se incrementa tan rápido como los intereses a pagar. Quizá alguno de nosotros llegue a tener bastante para quitarse la deuda con la banca de encima, pero será a costa de que lo hayan perdido los demás. Es decir, que la banca esa nos chupa la sangre. - dijo señalando a la caja, donde estaba el total del dinero del juego - No se pueden dar créditos cobrando luego un interés mayor del incremento esperado para la riqueza del mundo de juego. - concluye con, debo decir, una frase bastante académica. Al menos para él.
- Tienes razón. - admito yo - Incluso, si tenemos en cuenta que quizá la riqueza total del mundo de juego puede que ni tan siquiera se incremente, creo que la banca ni siquiera debería dar préstamos con intereses.
- Claro. Me alegra que lo hayas entendido. - sonríe él ufano.
- Quizá con el mundo real debería hacerse algo parecido, ¿no crees? - le golpeo yo a traición, como me gusta hacerle.
- ¿Qué? - me mira como si me hubiera vuelto loco. Cosa que hace con mucha frecuencia.
- Vamos, eso me parece a mí. - respondo yo para dejarlo pensar.
- Pero... pero... pero ¿qué tiene que ver el mundo real con el Monopoly este? - me dice convencido de que ya estoy desbarrando.
- Pues que en el mundo real también se dan préstamos. - respondo yo.
- Sí... sí... muy bien, sí, pero... pero... - se me atasca él.
- Y a esos intereses. O incluso mayores. - sigo yo.
- Bueno... bueno... sí, pero... - Gumersindo andaba como el que descubre que JesuCristo se ha reencarnado en el último novio de Ana Obregón.

 Ahí se quedó la cosa. Acabamos medio apesadumbrados, como quien dice. Godofredo porque al parecer había perdido "el partido" (se supone que él no jugaba, que para eso estaba escuchándolo desde otro sitio, pero a pesar de ello él usaba esa expresión), Gumersindo porque, sospecho, se le tambaleaban muchas cosas del ordenamiento de esta nuestra sociedad. Y yo... bien, yo había medio confirmado mis malos barruntos sobre el tema, sí, pero a pesar de ello me consolaba algo la posibilidad de haber encontrado una forma medianamente sencilla de entenderlo y explicarlo.
 Volviendo a casa, Godofredo, que no sabía qué habíamos estado haciendo, pero, a pesar de su tecnología de cancelación de sonido ambiental, había visto una partida al Monopoly, nos preguntó:

- ¿Y bien? ¿Cómo ha ido el «experimento»?
- Pues ha ofrecido resultados experimentales malos. Parece que los seres humanos tenemos sanguijuelas infiltradas que nos drenan. - le dije yo.
- Vaya, hombre. Pues habrá que avisar a la gente. - se me rio él.
- Lo veo difícil. Llevan todos los oídos tapados. - contesté.
- Con tecnología de cancelación de sonido ambiental. - añadió Gumersindo quien, por una vez, al menos por una vez, estaba en sintonía conmigo.

 Durante siglos en la historia de la humanidad la usura (préstamo con intereses) ha estado penada legalmente, incluso con la muerte, en muchas sociedades. Parece que nuestros ancestros, quizá más en consonancia con el no infinito mundo en que vivimos, lo hacían por algo.
 Recuérdelo, amable lector, la próxima vez que alguien le dé la tabarra explicándole con pelos y señales todo lo que FalsiMedia ha dicho sobre los orígenes de la crisis: que si las hipotecas NINJA, que si las inversiones basura, que si los rebotes de capital de unas cuentas a otras, que si la coyuntura taxonómica linfolítica ribonucléica, etc. Puede que haya una respuesta más simple: unos usureros ambiciosos que siempre quieren más se quedan con todo, incluso con más de todo, porque hasta quieren lo que tendremos mañana. Por eso nos prestan con la obligación de devolverles más de lo que nos han dado, más de lo que obtendremos, más de lo que habrá.

 La razón de fondo: el dinero fiduciario. Los préstamos con intereses puede que estén en el origen de la miseria que se nos viene encima.


 Para ampliar información:

- 2009-05-29 - Colapso Energético y Financiero - Algo Más que una Crisis Ninja - Pedro Pérez Prieto : Un mundo cuya Naturaleza (la capacidad de explotar su riqueza) se podría decir que crece a un ritmo del 3% anual como mucho, no puede dar créditos a más de ese 3% anual.
- 2006-04 - Quiero Toda la Tierra Más el 5 por ciento : Otra explicación, más profusa esta, de la bestialidad que es permitir los préstamos con intereses.

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jueves, 13 de agosto de 2009

Los Recortes de Prensa de «El Chafardero Indomable» - Parte de Guerra de la Gripe Porcina A o Como se Llame Ahora

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 Un nuevo caso de muerte por Gripe A en Valdemorrillo del Centeno. El fallecido, un hombre de una edad que tiene poca importancia para el caso, se había autoamputado la mitad de su cuerpo, hueso sacro para abajo, con una motosierra propiedad de su vecino. «Según todos los indicios, estaba leyendo el Quijote y quiso probar el Bálsamo de Fierabrás ese, siguiendo las indicaciones literales del libro», han declarado fuentes policiales. A pesar de la gravedad de las otras heridas, la Ministra de Sanidad ha declarado: «Esto es un caso claro de muerte por Gripe A».
 Esta muerte se une a la del trabajador de la Central Nuclear de Garoña que cayó la semana pasada en la cubeta del reactor cuando ésta estaba a 47 por 10 elevado a 28 grados centígrados. Fuentes no identificadas han declarado: «Le vino un estornudo que rompió la barandilla». La Ministra de Sanidad fue tajante en sus declaraciones: «Vamos, que si no era Gripe A, que venga aquí Dios y lo vea. Porque no se puede hacer la autopsia a cadáveres atomizados, que si no...».
 
 Así mismo ya van por 834.459 los casos de Gripe A en Matillas Verdes, población de Murcia, cuatro de ellos confirmados. Preguntada la Ministra de marras por el hecho de que no haya tanta población inscrita en el censo de esta localidad, ha dicho: «Los rumanos. Eso son los rumanos, seguro, que es que están por todas partes, los nómadas esos».

 El Gobierno tiene ya encargadas a la empresa propiedad de la familia de la Ministra 945 millones de vacunas, cantidad necesaria para prever la posibilidad de una posible conversión al islam («Este es el Gobierno de la tolerancia religiosa» se repite desde Moncloa) de los 45 millones de españoles, lo que conllevaría su adopción de un posible harén con 20 mujeres. Ante el hecho de que sólo la mitad de la población española sean varones, la Ministra aclara: «Bueno, eso es ahora. Recuerden lo de las operaciones de cambio de género.». El costo de estas vacunas irá a cargo del Erario Público.


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martes, 11 de agosto de 2009

Dificultades Intergeneracionales en la España de Hoy - Explicación Abreviada

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"El problema con la familia es que los hijos abandonan un día la infancia, pero los padres nunca dejan la paternidad."
  [Maestro Indio Osho - Místico Espiritual Hindú]



 Estaba yo el otro día intentado escribir un artículo para esta mi humilde página web en el que explicara las complicaciones inherentes a la paternidad, mayormente de cara a aclararle la empanada mental a quienes son o pretenden ser padres, y no entienden más punto de vista que el del "A ver si te casas ya, y sigues el ciclo vital de la mayoría de ganado de la sociedad".
 Pensando, pensando, rememoré las mil (es un decir, seguro que son más) razones que hacen que la paternidad no sea, conforme pasa el tiempo, el prado de rosas que uno se pensaba. Planifiqué otras mil (a ojo, pero tirando por debajo) formas de explicar el cuidado y respeto que se debe tener en el trato con los hijos. Escribí múltiples (sí, lo han adivinado, mil o más) consejos y sugerencias para eso de evitar hacerles de por sí la vida más dura tanto a padres como a hijos.
 Pero aquello no encajaba. Había que cambiar el texto resultante, porque parecía largo, complejo y hasta retorcido, y ya bastante me extiendo a veces en mis soliloquios. Hacía falta algo más resumido que permitiera visualizar a un potencial padre lo que le esperaba. De modo que, como suelo hacer cuando trato de huír de las facetas complejas y retorcidas que anidan en mi alma, acudí a recibir ayuda de mi buen amigo Gumersindo Amador, que otra cosa no, pero buen amigo sí que es:

- Oye, Gumersindo, tú vives con tus padres, en el domicilio familiar, ¿no? - le dije.
- Pues sí, así es. La vida está imposible para tener su propia vivienda y no me dan mucho por culo. - respondió el.

 Gran verdad es aquello de que la verdad es concreta.


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lunes, 10 de agosto de 2009

Apologías del Absurdo - Rubalcaba Reloaded

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"Huyan y recen."
 [Medidas tomadas por el gabinete gubernativo de George W. Bush ante la inminente llegada del huracán Katrina a Nueva Orleans]



 Me suelta el otro día la radio, a través del ministro Rubalcaba, una salida (añádase "por peteneras" si el lector así lo decide después de leer este artículo) del gobierno de España consistente en aconsejar que en la agenda de nuestro teléfono móvil llevemos anotado y fácilmente accesible el nombre de aquella persona a quien, caso de sufrir accidentes varios, deben llamar quienes nos socorran (si es que, tal y como está nuestra sociedad con esto del individualismo y la competitividad, nos socorre alguien, que esa es otra). Por supuesto para dar esta noticia parece que montan su rueda de prensa y tal.

 Pues muy bien, hombre. Pues buen trabajo. ¿Por qué no se me suben el sueldo otra vez, como hacen al comienzo de cada legislatura? Se ha quebrado trabajando esta vez aquí el Gobernarium.
 Y yo esperándome una reducción de la jornada laboral para que así, al no trabajar como bestias de carga el día entero, esté uno más despejado en su quehacer y se reduzcan los accidentes laborales. O creyéndome que iban a anunciar obras de corrección del peraltado de las curvas a gran escala en todo el país, para reducir los accidentes automovilísticos. O potenciar el transporte público, que parece claramente comprobado que es mucho más seguro. O qué sé yo.

 En fin... al menos no nos han pedido que recemos. Aunque quizá para la próxima nos aconsejen llevar en la cartera una estampita de San Hermenegildo, que, como todo el mundo sabe, es milagrosísimo.

 Abnegado gobierno este, en su labor.


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