jueves, 16 de abril de 2009

Tocando las Narices al Poder - Star Trek

 Creo que fue hace cosa de un par de años, cuando supe que los productores habían cerrado la magnífica saga de películas y teleseries Star Trek, que, hablando del tema con mi buen amigo Gumersindo Amador, él me dijo:

- Si la han cerrado es porque no daría un duro. Y punto.

 Gumersindo, además de ser buen amigo mío, lo es también de poner puntos de esos. Digamos que a menudo no se complica mucho el hombre a la hora de encontrar una explicación a las cosas, y menos aún a la de pronunciarse. Es su versión castroja del aforismo ese que dice "La verdad es concreta". Y punto.
 Yo, sin embargo, acostumbro a buscarle, como suele decirse, tres pies al gato. Así que me pongo a cavilar sobre la cinematografía de Star Trek.
 El primer detalle que me viene a la memoria es que la Flota Estelar de la Federación de Planetas es multicultural y acepta a cualquier raza, hasta el punto de que los agresivos Klingon, enemigos sempiternos de la serie, terminan por unirse a ella. Además las tripulaciones de sus naves de batalla no acostumbran a formar ni desfilar, ni siquiera a hacer gestos de saludo militar cualesquiera, o incluso ni llegan a ponerse firmes ante un superior, pese a todo lo cual se percibe un respeto y deferencia por los mismos. Pero es prácticamente el mismo respeto que el capitán Kirk de la astronave Enterprise suele mostrar por sus subalternos; no acostumbran a verse gritos ni órdenes malsonantes. La primera gran producción, "Star Trek - La Película", es una muestra clara de todo esto. Un tanto molesto para los poderosos del mundo de hoy, que prefieren a unos soldados adoctrinados cual hormigas y que maten sin preguntar, ¿no creen?
 Lejos de ser una saga al estilo "mamporro va, mamporro viene", en Star Trek las aventuras se basan más en el ingenio para resolver las misiones que en la furia combativa del héroe musculado de turno que al final se lleva a la chica, y las temáticas rondan más los dilemas ético-morales, filosóficos o metafísicos, que al clásico argumento "Defenderé hasta la última gota de mi sangre a mi querido planeta tierra". También poco útil para unos líderes del mundo real que tanto repiten la cantinela del "Estamos siendo atacados", me parece a mí. Por ejemplo, en "Star Trek Insurrección", el capitán Piccard, fastidiado por tener que ir a otra misión de rescate, dice a sus oficiales: "¿Alguien recuerda cuando éramos exploradores?"
 Siguiendo con "Star Trek Insurrección", la Federación encuentra un planeta con la peculiaridad de rejuvenecer a los seres vivos, habitado, casualmente, por una población llamada los Bakú. Ante la necesidad de evacuar contra su voluntad a los Bakú del planeta para poder investigar sobre él, el capitán Piccard tiene un rifirrafe con el corrupto almirante Daggerty de la Federación:

- Tenemos que echarlos de allí, Piccard. La investigación sobre las condiciones rejuvenecedoras de ese planeta podría salvar millones de vidas.
- ¿Y quiénes somos nosotros para tomar una decisión así, almirante Daggerty?

 El fin no justifica los medios. Creo que cada ser humano de la historia que ha tenido grandeza espiritual ha creído lo mismo. Pero en esta misma película el corrupto almirante Daggerty nos da más perlas:

- ¿Y qué importa tener que aliarnos con unos bandidos? En la tierra el petróleo transformó a unos bandidos en los dueños del mundo.

 Demasiado para los poderosos que los describan de una forma tan certera.
 Y las apelaciones a la unión más que a la confrontación son continuadas en Star Trek. En "Star Trek Primer Contacto" el primero de abordo Riker del Enterprise nos cuenta algo de lo que ocurrirá (ocurrió) en el año 2026 en la Tierra:

- Tras el primer contacto con vida extraterrestre todo cambia. El saber que no están solos en el universo une a la humanidad como nada antes lo había hecho. Hambre, guerra, enfermedad, todo será erradicado en un plazo inferior a un siglo.

 Por si fuera poco para los poderosos del mundo, necesitados de mantenernos en permanente batalla contra alguien (o entre nosotros, que también les vale), en esta misma película el capitán Piccard sube a la nave Enterprise a una terráquea del año 2026:

- ¿Cuánto vale esta nave? Yo tardé dos años en reunir el titanio suficiente para una pequeña cápsula.
- En el siglo XXIV no medimos el mundo en términos de dinero. - responde el capitán.
- ¿Quiere decir que no les pagan? - susurra ella mirando desconfiada alrededor.
- La obtención de riqueza ya no es la fuerza motriz de nuestras vidas. Trabajamos para mejorar nosotros y a nuestro mundo.

 Toma ya. Que el dinero no es la razón de vivir de alguien. Y del capitán, nada menos. Para que lo vean los adolescentes, tan sugestionables ellos, y dejen de querer tener el último modelo de automóvil o un teléfono móvil nuevo cada pocos meses. Hasta ahí podríamos llegar.
 Podrían contarse más casos: la ballena que traen del pasado en "Star Trek - Regreso a Casa" porque las extinguimos aquí los listos a base de cazarlas de manera despendolada en esta época, la decepción, ¡oh sacrilegio!, que supone encontrar a "Dios" y el paraíso en "Star Trek - La Última Frontera", misma trama de fondo en realidad para la primera "Star Trek - La Película", el comentario despectivo del capitán Kirk cuando, también en "Star Trek - Regreso a Casa", viajan al pasado (nuestro presente) y tienen que tomar el autobús: "Oh, vaya, aún usan dinero".
 Pero baste con recordar la idea ejemplarizante en toda la saga de que en esa sociedad la pobreza, el hambre y la enfermedad han sido prácticamente erradicadas de los mundos pertenecientes a la Federación de Planetas, así como el hecho de fondo de que un planeta, para unirse a la misma, debe no haber padecido guerras internas en el último siglo. En dos palabras: entendimiento y cooperación.
 Juntémoslo todo y encontraremos, a los ojos de los poderosos del mundo, que lamentablemente son los que ponen los fondos para que se hagan casi todas las películas, una saga filmográfica molesta. Incómoda, que podria llevarnos a aquí los del rebaño por ideas libertinas y veleidades democráticas que nos harían menos manejables.

 No. Creo que la mera rentabilidad económica puede no haber sido la única razón para el cierre de la saga.
 Y ahora, según he sabido, llega una nueva película de Star Trek. Lo mismo hasta la han estrenado ya, tengo que salir más al mundo exterior. ¿Será una nueva obra de arte que haga pensar y soñar a quien la vea?
 ¿O habrá sido transformada en otra película más del tipo "Mamporro va, Mamporro viene"?